Antequera vivió un Jueves Santo en Belén donde la Cofradía de los Dolores afronta su futuro en un nuevo marco formado por ir solos, los primeros, sin encuentro en Santiago con los de San Pedro y con Duranes y el paso por San Francisco como nuevo final.
Salida con el sol como invitado, que acompañó al Señor Atado a la Columna y al Señor Caído, pero una nube nos dejó sin poder ver brillar más aún el bello rostro de la Virgen de los Dolores.
Su barrio en la salida, entre Belén y la Cuesta Merino. Imagen insólita de pasar por una desierta plaza de Santiago con recuerdos del 2018, el último año de la unión a pie de calle con la Cofradía del Consuelo. Tras la Virgen, su fiel número de devotos alumbrando como siempre a su Virgen y los vítores a su «Dolores» y las respuestas enloquecidas de aceras y hermanacos con el «Guapa, Guapa, Guapa…». Es la esencia de su popular devoción.
Paso sobrio por Carrera de Madre Carmen, Descalzas, Encarnación y llegada a San Sebastián. Los Servitas tienen el tesoro heredado de siglos y directivas atrás, con la autoría impecable de sus imágenes: José de Mora, Andrés de Carvajal y Miguel Márquez. Y qué decir de su palio y ornamento cofrade. Destacó la decoración floral del Señor Caído y la forma en la que el vestidor Fran Curiel visitó a la Virgen, con una forma más natural y propia de la tierra.
Estrenó el atardecer por calle Infante don Fernando con unas aceras que comenzaron a responder a la llamada de la cofradía-museo. Con el proyecto de palio para el Caído, seguro que los directivos buscarán cómo recuperar el cuerpo de penitentes y la conexión con el barrio y aceras.
Tras las mecidas de los Cristos con la voluntariosa Banda de Cornetas y Tambores “Esperanza” de Ciudad Rodrigo (Salamanca) entre el Ayuntamiento y los Remedios, la Virgen de los Dolores con la Banda de Música Cruz de Humilladero de Málaga cerró el cortejo.
Una banda que se ha posicionado como la que acompaña a María en Semana Santa. Entre muchas marchas, ‘Mater Mea’ o ‘La Madrugá’ fueron momentos sublimes en un año en el que el palio fue meciéndose durante la gran mayoría del trayecto.
En Duranes, guiados por lo que Los Estudiantes consiguieron y el Consuelo va fraguando, mágico paso por el entorno, la estrechez y Madre de Dios y San Francisco abriendo y cerrando el paso. Mecidas al son de las bandas. Tras perder el miedo a mecer el delicado palio, ya queda completar una marcha completar sin parar el trono. Una cofradía que apuesta por esta calle que está llamada a ser parte del recorrido oficial.
Para concluir, el paso por San Francisco y llegada a Santiago, donde tuvieron que aguardar a las vegas de San Pedro para desarrollar las suyas. Impresionante cómo estaba la Cuesta de Archidona para presenciar las vegas de los tres titulares hasta los Cerretes.
Rápida actuación de la Policía Local por un individuo reincidente en molestar en las vegas y atento el equipo de Protección Civil para que todo discurriera con normalidad.
Bajada característica con el paso abierto y el barrio se tuvo que conformar con el encuentro final en Santiago entre los tres titulares de los Dolores. Regreso al templo ordenado y a las 2 de la madrugada concluía la procesión del 2023.
El 2023 va en camino de ese nuevo amanecer en el cambio generacional de una cofradía e imagen muy arraigada en su barrio y con la que toda la ciudad se identifica. La de la Virgen de los Dolores.
