El tejido conectivo aporta soporte y separación entre los diferentes tejidos del cuerpo humano, da forma y estructura a todos órganos del cuerpo, por este motivo el tejido conectivo es fundamental para el correcto mantenimiento de todas las estructuras corporales. La esclerodermia es una enfermedad autoinmune en la que se produce un crecimiento anormal del tejido conectivo, de esta manera se origina un engrosamiento y endurecimiento del mismo que entre otras cosas conlleva una acumulación de colágeno en exceso.
Todavía hoy en día se desconoce cual es la causa que produce la esclerodermia, afecta principalmente a mujeres de mediana edad, aunque puede presentarse en personas de cualquier edad y de ambos sexos. El grado de afectación y la progresión de la enfermedad varia mucho de unos pacientes a otros. Al ser una enfermedad autoinmune en ocasiones puede presentarse junto a otras enfermedades autoinmunes.
La esclerodermia afecta principalmente a la piel y a los vasos sanguíneos, aunque en realidad también puede afectar a articulaciones, músculos, huesos y a órganos internos como el estómago, los pulmones, el corazón o los riñones. Los síntomas que se presentan son muy variables: alteraciones cutáneas, dolores musculares y de articulaciones, hinchazón de manos, caída del pelo, cansancio, depresión, cambio de color de los dedos y pérdida de peso. También se pueden presentar otros síntomas en función de cual o cuales órganos estén afectados: taquicardia, estreñimiento, hipertensión…
El diagnóstico lo establece el médico reumatólogo partiendo de la sintomatología. El tratamiento lógicamente variará mucho en función del grado de afectación y de los órganos afectados que presente el paciente, en general se utilizan fármacos vasodilatadores e inmunosupresores aunque no existe un tratamiento específico. Hoy para terminar les recomiendo una romántica cena en compañía del ser amado, nuestra historia también se escribe con momentos inolvidables.
