Hasta 2016, la trayectoria profesional de la antequerana María Casado y su marido Romain Laquieze siempre había estado vinculada a la hostelería. Él era director de hoteles, y ella era directora regional de todos los Spas de la cadena Barceló. Juntos decidieron dejarlo todo y emprender en el sector del bienestar que tanto les gustaba; creando Wellness Boutique Experience en Madrid.
El esfuerzo ha tenido su recompensa y, tras siete años de actividad “hemos conseguido tener nuestro propio centro de belleza y que entre nuestros clientes se encuentre mucha gente famosa, muchos celebrities e influencers”, nos detalla María con satisfacción.
En los últimos días, su actividad ha ganado en protagonismo por estar muy presentes en la ceremonia de los Premios Goya del Cine Español celebrada en Valladolid. Los guionistas y directores Javier Calvo y Javier Ambrossi (‘Los Javis’) eran los encargados de presentar la gala, y le solicitaron que les acompañaran.
“Nos desplazamos a Valladolid para que estuvieran estupendos, y les preparamos por la mañana”, indica. “Luego coincidió también que Ana Belén se enteró y también quiso que le preparáramos la piel”, a la que posteriormente se uniría la también actriz Marta Hazas.
En plena vorágine previa a la gala “nos contactó la asistenta de Sigourney Weaver, y por supuesto le hicimos un hueco y nos desplazamos hasta su suite para que Romain le hiciera un buen masaje porque venía con muchas horas de vuelo, y luego yo le hice un buen facial”.
Al igual que hizo la estrella de Hollywood, son muchos los famosos que llaman a Wellness Boutique Experience y le dicen: “María, te necesito ya”. “Siempre hay que atenderlos para que acudan con sus pieles cuidadas a los eventos a los que acuden”, nos cuenta mientras espera la llegada de la cantante Aitana, que en estos días intervenía en la Fashion Week de la capital española.
Un método propio que logra una piel radiante
Además de su simpatía, detrás del éxito de María Casado se encuentra una intensa formación que le ha llevado a contar con un método propio, “en el que hago muchísimas maniobras manuales con las que consigo un efecto lifting inmediato, logrando una piel radiante, luminosa y perfecta con técnicas de facialistas internacionales”.
Pese a su éxito en este complicado mundo, María Casado no olvida sus orígenes en Antequera, intentando ser su embajadora, por ejemplo, al regalar sus mantecados en Navidad a sus mejores clientes. “No descarto en un futuro poder estar un poquito más cerca del sur”, reconoce antes de despedirnos.
