Ya huele a feria. Huele a verano con su aroma a jazmín y vacaciones, a piscina y a playa. Huele a tiempo para vivirlo a otro ritmo, para poder desconectar, a tiempo en familia y con amigos. Huele a feria porque queda muy poquito para poder disfrutar de nuestra Real Feria de Agosto. Una fiesta de nuestra ciudad para divertirse y pasarlo bien a cualquier edad. La diversificación que nos ofrece la programación hace que todos podamos disfrutar a través de una oferta variada de estilos y actividades.
Los más pequeños son los principales protagonistas y en el reflejo de su mirada se observan la ilusión y la inocencia en estado puro. Y en muchos casos es a través de ellos por lo que volvemos a vivir con ilusión de esos días tan especiales, llevados por el deseo de que ellos disfruten como lo hicimos nosotros a su edad. Recuerdos que nos embargan de concursos de sevillanas en la caseta Los Cabales, el conseguir en la tómbola el perrito piloto o la chochona, subirse en la noria o los coches de choque como cita obligada y por supuesto sacudirse el vestido de gitana antes de entrar a casa para quitar el albero del antiguo campo de fútbol.
Otra forma de diversión que llevó a tener que retirar la feria de mediodía de la Calzada con La Madriguera, El Manolo y la Caseta del Punto, por el exceso al que se llegó, pero pasando antes de ello por un auge memorable.
Esos tiempos ya no volverán. Pero sí permanecerá para siempre la huella que dejó en la juventud de entonces esos días de verano en los que el calor no importaba para salir a la calle desde la mañana a la noche haciendo una parada en casa para dormir un rato antes de la salida nocturna. Siempre quedarán los recuerdos que nos hagan revivir una época de felicidad tan intensa y genuina que sirva de refugio a los avatares de la vida. ¡Feliz feria a todos!
