El pasado viernes tuve la oportunidad de presenciar en directo el incendio de una vivienda de una familia humilde en el barrio de Valdealanes, ese barrio que algunos lo conocen con otro nombre que a mí no me gusta utilizar.
La situación fue dramática por varios motivos. No sabíamos si en la vivienda incendiada habría algún vecino que no hubiera podido salir; tampoco si los había en el piso de arriba y en el de al lado. Sin embargo, en el piso de la planta superior si existía una familia de seis miembros que, cuando se dieron cuenta de la situación, no podían abandonar la vivienda por las escaleras de la comunidad, totalmente ocupada por un humo negro muy tóxico.
Algunos llamamos a los bomberos y a la policía para que acudieran al lugar lo antes posible, pero cada minuto durante el incendio era un mundo para todos los que estábamos allí.
Sin pensárselo ni una sola vez, dos jóvenes del barrio, de ésos que muchas veces pensamos que están desperdiciando su vida, escalaron por la fachada a la segunda planta y con una destreza impresionante empezaron a bajar por la fachada a los 4 niños y al matrimonio que se encontraban atrapados en la segunda planta. Todo el barrio ayudó desde la planta primera y desde el suelo del edificio para que, uno a uno, los seis vecinos atrapados quedaran sanos y salvos, entre todos. Bajándolos poco a poco y con mucho peligro, en menos de cinco minutos, el edificio incendiado estaba desalojado. Los dos jóvenes fueron los primeros en subir y, cómo no, los últimos en bajar.
Ah, por cierto, después llegaron los bomberos, no es que tardaran mucho, la verdad, pero las vidas humanas ya estaban a salvo. Qué distinta es una noticia cuando sólo hay pérdidas materiales. Pero si después del incendio hubiera habido que rescatar algún fallecido por intoxicación de humo, ¿nos pondríamos a buscar responsables? Los fallecidos seguro que no. Hemos tenido dos incendios de viviendas en el mes de enero y «sólo» se han salvado a las personas, menos mal. A lo mejor habría que tener un retén de bomberos dentro de Antequera para actuar más rápidamente, como se ha hablado en otras ocasiones. ¿Es necesario para una población de más de cuarenta mil habitantes?
Bueno, yo me quedo con la buena noticia: hay jóvenes capaces de arriesgar su vida por salvar la de los demás y tenemos un barrio capaz de unirse ante una situación como la que vivimos el pasado viernes. Valdealanes es un barrio capaz de lo… MEJOR.
IGNACIO MARÍA BRACHO CORDÓN