No salgo de mi asombro tras oír las declaraciones de algún político en emisora de radio local. (Omito nombres por aquello de la publicidad).
¡Vamos a pedir se retiren las bicis de alquiler! ¡No son rentables!
Ámsterdam, el gran ejemplo a seguir. Afortunados quienes puedan haber tenido la feliz ocasión de pasear por sus calles… para qué les cuento. Eso sí, ya quisieran ellos tener la climatología de Andalucía. Y para mí quisiera, autoridades con las ideas tan claras acerca de cómo invertir en medidas contra la contaminación.
Otras ciudades como París, Londres, el propio Berlín, andan tratando por todos los medios de aumentar la cantidad de personas que utilicen la bicicleta para descongestionar los problemas de tráfico y la contaminación, amén de la reducción en el gasto energético.
En Estocolmo (a pesar de la climatología sueca), el número de ciclistas «urbanícolos» aumentó desde los 30.000 en el año 2001 a los 100.000 en 2006 y la perspectiva es que estas cifras han seguido en aumento, la ciudad dispone de 350 kilómetros destinados a la circulación de bicicletas, incluyendo los aledaños donde viven 1,5 millones de habitantes.
Que el uso de la bicicleta como medio de transporte es positivo ya no admite ser cuestionado, puesto que no contamina, es rápida en trayectos cortos y evita congestionamientos, es económico y muy saludable para las personas que lo usan al realizar un muy beneficioso ejercicio físico.
¡No sería de lucidez el arrancar un árbol porque en sus primeros años de crecimiento no produce frutos! Además… ¿Desde cuándo un ente local debe medir los servicios que aporta a sus ciudadanos por el nivel de rentabilidad económica que éstos le reviertan?
Para incentivar el uso de la bicicleta los estados locales deben instalar una mínima infraestructura para la normal circulación y desplazamientos de las bicicletas, carriles bici, aparcamientos públicos y lo más importante, una muy estrecha colaboración con Clubes Locales de Ciclismo para la ¡Educación y concienciación ciudadana en el uso de la bicicleta!
En ocasiones recientes con motivo de nuestra participación en el Circuito Provincial de BTT Sevillano, les había comentado acerca de la proliferación de las Escuelas de Ciclismo en la vecina Sevilla. El uso de la bici en la capital, según estudio presentado por el primer teniente de alcalde y concejal de Infraestructuras para la Sostenibilidad, Antonio Rodrigo Torrijos, aumentó cerca de un 500 por cien desde 2007 y representa ya más del 6 por ciento de los viajes mecanizados que se realizan en la capital hispalense.
Afortunadamente en Antequera ya se habla algo de carril bici, lo lamentablemente es que existan personas con cargos públicos que aún no han comprendido de la importancia y los cometidos a desarrollar por una Escuela de Ciclismo.
