Como ustedes bien sabrán, los tics son movimientos involuntarios, repentinos, espasmódicos e incontrolables de algunos grupos de músculos de nuestro cuerpo, principalmente del tronco, hombros, manos, cara y cuello. Los tics más frecuentes son los faciales y dentro de estos los que se presentan en la infancia. Habitualmente son pasajeros y con el tiempo tienden a remitir.
Normalmente cuando un tic se produce en la cara afecta a los ojos y a los músculos circundantes. De esta forma, estas personas con frecuencia hacen muecas, arrugan la nariz o la frente, parpadean o desvían los ojos, sacan la lengua e incluso pueden producir pequeños gruñidos. En cualquier caso, los tics son aún en la actualidad de causa desconocida. Se sabe que no están relacionados con patrones hereditarios, genéticos ni familiares y que durante el sueño tampoco se producen. Esta claro que ciertos factores ambientales como el estrés lo empeoran y el estado emocional también influye porque si se le presta demasiada atención la situación se pude prolongar aún más en el tiempo.
Hay que establecer bien el diagnóstico para descartar otras patologías de origen neurológico como el Síndrome Guilles de la Tourette, en el cual los tics son un síntoma. También ciertos tipos de convulsiones presentan tics, por eso también es aconsejable realizar un electroencefalograma que aclare bien la situación en concreto de cada paciente.
Los tics no suelen tratarse farmacológicamente, salvo que afecten demasiado al paciente en cuyo caso se pueden utilizar fármacos como la risperidona o el haloperidol. Para acabar, desde estas líneas felicito a aquellas hermosas, guapas y excepcionales personas que esta semana han cumplido años, es evidente que el tiempo les sienta muy bien.
