La erisipela es una infección de la piel producida por estreptococos del grupo A, normalmente por el Streptococcus pyogenes. Puede afectar a individuos de cualquier edad y a cualquier parte del cuerpo, pero se localiza principalmente en las piernas, la cara y los brazos. Al igual que ocurre con otras patologías la erisipela suele empeorar en los casos de pacientes con obesidad o diabetes.
La vía de entrada de la bacteria estreptococo en el organismo es a través de una herida o bien por una úlcera previamente ya instaurada, de ahí la importancia de desinfectar adecuadamente lesiones de este tipo. La erisipela produce en la piel un aspecto rojizo muy característico, un enrojecimiento intenso con cierta inflamación. También puede producir fiebre, dolor, edema, ampollas y lesiones ulcerosas. Una vez que se ha instaurado la erisipela se pueden asociar a esta infección otras bacterias como por ejemplo las enterobacterias.
El diagnóstico se puede confirmar con una biopsia de la piel, pero igual no es necesario por lo evidente que esta infección resulta. El tratamiento lógicamente es a base de antibióticos, en estos casos se utilizan penicilinas (penicilina G) que responden muy bien y suelen ser eficaces. Pueden usarse otros antibióticos como los macrólidos (eritromicina) y las fluoroquinolonas (ciprofloxacino) en casos de alergia a penicilinas. Como en el caso de otras muchas infecciones, la erisipela puede convertirse en recurrente e infectar a un mismo individuo varias veces consecutivas. Para evitar esto se puede prolongar el tratamiento antibiótico más tiempo después de la infección. Raramente se producen complicaciones, en casos excepcionales el estreptococo puede pasar a la sangre y se disemina por todo el organismo produciendo una bacteremia e incluso un shock tóxico.
Para finalizar, hoy quiero felicitarles estas Navidades y el nuevo año 2013. Mis mejores deseos de todo corazón y ojalá se cumplan todas sus expectativas y sueños para este nuevo año.
