El espíritu de la Ilusión y la Esperanza de los Reyes Magos, debe estar presente todo el año. Seguramente, podríamos superar muchas adversidades y viviríamos en un mundo mejor.
Quiero compartir con ustedes mi sensación y experiencia de estos días. Comenzaré con Gaspar, el más joven. Aunque en la cabalgata fue de Melchor. Me cambió mucho su imagen que tenía de él. Con un «aspecto» distinto, sin su melena rubia y sin la «careta» que nos colocan por tener en Antequera un apellido o un trabajo, se mostró tal como es.
Lo dio todo, fue la sonrisa de la cabalgata, sacrificó estar con esas personas que comparte el día a día. Fue la sensación de la Cabalgata. Gracias por esos detalles-secretos y por tus palabras al salir de la estación. Te mereces todo lo mejor. Antequera está en deuda contigo.
Baltasar. Estuve con él el jueves 10 por la tarde. Es un regalo que lo voy experimentando en pequeñas dosis. Un amigo que en su peores momentos, cuando casi nadie creía en él, fue en busca mía. Y es un regalo de Reyes a disfrutar día a día, como amigo de los de verdad. Se llama Paco, y vamos a dar mucho de qué hablar próximamente.
Y… Melchor. El Rey Mago al que le pesan los años, pero el poder ayudar a todos a seguir teniendo viva la ilusión por los Reyes, le hace buscar fuerzas de donde no las hay. No para de encontrarse trabas en su camino, pero él siempre sabe cómo salir de ellas.
En la noche mágica del 5 al 6, le vi hacer un nuevo truco de magia de los que sólo pueden hacer los Reyes de verdad. Emocionó a un «niño» que vio cómo aún, los Reyes le pueden traer un regalo, que llevaba años esperando.
Aunque en verdad, el mejor regalo son ellos: Gaspar-Melchor, Baltasar-Paco y Melchor-Maestro y ejemplo. ¡Gracias por hacernos sentir vuestra ilusión estos días, esperamos tenerlas todo el año presente! Que así sea.
