Mi padre es alcohólico
Érase una vez una familia formada por los padres y cuatro niños. El padre se llama Luis y la madre María y los niños: Juan, Gema, Marta y Carlos.
Vivían en una gran casa en una céntrica calle de la ciudad de Málaga.
Luis se dedicaba a la enseñanza y su mujer María era abogada. Los niños estudiaban en el mismo colegio donde trabajaba su padre.
Después de varios meses observando a su padre, Marta se dio cuenta de que en el recreo siempre bebía una botella donde no se podía ver lo que había en su interior; también observando que el padre salía por las tardes y volvía muy tarde , incluso a altas horas de la madrugada.
Marta habló con su madre:
– Mamá, no sé qué le pasa a papá pero últimamente está muy agresivo y nos regaña por cosas que antes no le importaba.
– Marta, ¿tú has notado algo raro en el colegio?
– Normalmente suele estar solo, apartado en el patio bebiendo de una botella de color azul.
– No te preocupes hija todo se solucionará.
Estando un día en el colegio Luis fue sorprendido por el director que le comunicó que fuera a su despacho cuando terminase la clase de matemáticas.
Terminada la clase Luis se dirigió al despacho del director para hablar con él, donde el director le comunicó que a partir del día siguiente no volviera al colegio porque no se encontraba en condiciones de dar clase y que ya había recibido varias quejas de padres y alumnos por tener un fuerte olor a alcohol y notar en algunas de sus clases no decía cosas coherentes.
Luis no dijo ni una palabra, cogió su maletín, aceptó con la cabeza y se marchó.
Cogió el autobús que le llevaba a su casa donde se encontró a un viejo amigo suyo y le dijo que quería irse a vivir a otro lugar porque ya no le gustaba la ciudad malagueña.
Llegó a casa con aires agresivos gritando a su mujer e incluso llegó a golpear a su hijo Carlos.
María le dijo que cogiera toda su ropa y que se marchara de casa ya que todo lo que ella había intentado ayudarle no había servido de nada y sus hijos no tenían necesidad de tener ese sufrimiento porque su padre no viese otra cosa que el alcohol para esconder sus problemas. Luis preparó sus cosas, se despidió de sus hijos y se marchó.
Luis se dirigió a la estación de autobuses para coger un autobús que le llevase a Alicante, donde vivían sus padres. Estando en Alicante, tumbado en la cama, reflexionando sobre cuánto echaba de menos a su familia y lo mucho que los necesitaba.
Habló con sus padres y les comunicó que volvía a Málaga a intentar recuperar a su familia.
Estando en Málaga se dirigió hasta su casa, llamó a la puerta y su mujer María se sorprendió al verlo.
Luis pidió ayuda a su mujer y a sus hijos los cuales aceptaron y acompañaron a su padre a un centro de alcohólicos para pedir información sobre cómo podían solucionar su problema.
Luis estuvo ingresado durante dos años en un centro de desintoxicación donde cada fin de semana le visitaba su familia. Pasado ese tiempo Luis volvió a casa con su familia y nunca más volvió a probar el alcohol por lo que a partir de ese momento todos fueron felices
Verónica Ortiz Castellano, Primero ESO del IES Los Colegiales
