sábado 23 noviembre 2024
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Primer Premio XV Concurso de Redacción de CALA

La Gran Actuación
 
Llevo varios días mirando a mi compañero Raúl; lo veo muy triste, algo le ocurre.
 
Cuando salimos al recreo le seguí y le vi llorando, me acerqué a él y le pregunté qué le pasaba, y me dijo, después de mucho insistirle, que el problema era su padre, un hombre bueno, cariñoso y honesto, pero que por no tener trabajo ahora se refugiaba en el alcohol y el hombre maravilloso, se volvía casi un monstruo, les gritaba, les insultaba y se ponía muy agresivo con él, sus hermanos y su madre.
 
Le vi tan triste que quise ayudarle, le dije que al día siguiente le traería una solución.
Me pasé la noche pensando que el problema era muy serio pero pronto me vino una idea. Al día siguiente me fui muy contento y le conté al oído lo que había pensado. Al oír mi idea, Raúl sonrió. Y pronto decidimos ponernos manos a la obra.
 
Su padre había salido, así que nos dirigimos a su casa y cogimos una de las botellas de vino que guardaba su padre, la vaciamos en el fregadero y la rellenamos de Coca Cola, la colocamos donde estaba y esperamos detrás de la puerta a que volviera su padre.
 
Comenzamos a beber de la botella rellena de Coca Cola y cuando su padre pasaba por la cocina bebíamos y bebíamos de ella.
Su padre se dio cuenta y regañó a su hijo diciéndole que eso no se hacía que era malo. Raúl le dijo entonces ¿Por qué tú lo haces a todas horas? Seguidamente comenzamos a insultarnos y a darnos empujarnos y él preocupado intentó separarnos volcó la botella, en ese momento se dio cuenta del teatro que habíamos inventado para hacerle ver en lo que él se convertía cuando bebía y el hombre cayó de rodillas al suelo y abrazándonos a los dos, lloraba y nos prometía que no volvería a ocurrir.
 
Nuestro plan había funcionado, el padre de Raúl el tiempo que empleaba en beber lo dedicaba a hacer curriculum y llevarlos a distintas fábricas, por suerte en una de ellas lo llamaron y encontró un buen trabajo y el hombre jamás volvió a beber. 
Ahora mi amigo Raúl es feliz y jugamos juntos en el recreo y además nos reíamos mucho recordando nuestra gran actuación. 
 
LUCÍA LÓPEZ VALLE, Primero de ESO, Colegio Nuestra Señora de La Victoria
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