Antequera ha celebrado el Día Internacional de las Personas Discapacitadas donde los colectivos piden eliminar las barreras sociales que desplazan sus capacidades, en cuyo transcurso de los actos han reconocido la labor del voluntario Joaquín García.
CASIAC (Coordinadora de Asociaciones por la Integración en Antequera y Comarca) y la Plataforma del Voluntariado de la Comarca de Antequera han promovido las actividades en Antequera este martes 3 de diciembre, en el año en el que CASIAC cumple su vigésimo aniversario. El Teatro Torcal fue sede de las actividades, donde a las 18 horas se procedió a una suelta de globos en la puerta del edificiol. A continuación, se procedió a la lectura del manifiesto sobre la discapacidad (donde el vicepresidente de Singilia Barba, José Luis Carmona, denunció no poder subir al escenario por no tener acceso por rampa) y se presentó el tradicional calendario para el año 2014, que ya está disponible para su venta por 3 euros, con el fin de ayudar a mantener las actividades de los colectivos.
Seguidamamente se proyectaron unos cortometrajes relacionados con la discapacidad todos ellos coordinados por el cineasta antequerano Salvador Álvarez. Y la tarde concluyó con el homenaje por parte de la Plataforma del Voluntariado de la Comarca de Antequera a Joaquín García Martínez de la Plataforma Antequera Solidaria por la entrega y labor que desempeña en dicha plataforma, así como sus servicios que presta de manera desinteresada en Cruz Roja, Bomberos en Acción y Protección Civil.
Manifiesto en el Día de la Discapacidad (reproducción del texto leído durante el acto)
Siempre que nace un niño o niña es un motivo de alegría, empieza una nueva vida. Su familia lo recibe emocionada, con sus mejores deseos para que sea feliz. Cuando nace un niño o niña con discapacidad, su familia lo recibe con igual alegría pero con preocupación porque sabe que quizás no tenga buena salud y tal vez le cueste encontrar la felicidad. Pero sus padres no se rinden y emprenden una búsqueda interminable.
Primero buscan un diagnóstico que en algunos casos no es fácil. Una vez encontrado viene el miedo a lo desconocido, no saben cómo enfrentarse a la discapacidad. Eso les lleva a buscar desesperadamente profesionales o centros donde puedan prestar a su hijo o hija una buena atención temprana, a la vez que les enseñan a ellos mismos cómo actuar. Por todo ello pedimos a las administraciones que den respuesta a esta búsqueda, que cubran adecuadamente las necesidades de estos primeros años para que nuestro desarrollo sea el mejor posible. Pero sobre todo, para que descarguen a nuestras familias de tanta preocupación y así puedan disfrutar alegres de nuestra primera infancia.
Llega el momento del colegio. Todos los niños y niñas tienen derecho a la enseñanza. En el caso de los niños y niñas con discapacidad, necesitan apoyos para acceder a esos conocimientos en igualdad de condiciones que el resto. Estos apoyos dependerán del tipo de discapacidad, si es física, intelectual o sensorial. Cada caso necesitará también una modalidad de escolarización diferente. Sólo evaluando cada niño o niña individualmente, podremos ofrecerle lo más adecuado para que tenga la oportunidad de formar parte del grupo.
En un colegio o instituto donde hay chicos y chicas con discapacidad, están difundiendo sin darse cuenta al resto de sus compañeros, valores como: la tolerancia, la amistad, la capacidad de compartir y de ayudar. Así como el respeto a los demás y a la diversidad. Los niños y niñas con discapacidad queremos aprender muchas cosas, pero necesitamos apoyos. También podemos enseñar y ser un ejemplo para todos de esfuerzo y superación.
Los niños y niñas con discapacidad crecemos y nos convertimos en adultos. Como adultos que somos queremos formar parte de una sociedad plural, donde quepamos todos. Queremos salir con nuestros amigos, enamorarnos, hablar con los vecinos, divertirnos y, por supuesto, trabajar. Queremos ser uno más de esta sociedad, con nuestros deberes y con nuestros derechos. Dentro de estos derechos que hoy reclamamos, uno fundamental es el derecho al trabajo. Las personas con discapacidad queremos trabajar, queremos sentirnos útiles, queremos que nos valoren nuestro trabajo. Nunca podremos soñar con ser independientes si no tenemos un trabajo.
Hoy queremos decirle a las empresas, a las administraciones y a los ciudadanos que somos capaces, que solo necesitamos una oportunidad y unos apoyos para lograrlo. Si nos dejáis demostrarlo descubriréis todo lo bueno que se esconde en cada uno de nosotros. Hoy soñamos con una sociedad más justa y solidaria, donde llevar a cabo nuestro proyecto de vida, donde poder trabajar, donde encontrar oportunidades.
Las personas con discapacidad necesitamos apoyos, no podemos conseguirlo solas. Necesitamos centros y servicios que nos ayuden a desarrollar todas nuestras capacidades. Necesitamos que apoyen a nuestras familias en la casa, que podamos asistir a los centros y que existan residencias y viviendas con apoyo para cuando nuestros familiares ya no estén. Las administraciones tienen que garantizar este derecho como una misión fundamental. Nunca seremos ciudadanos de pleno derecho si no tenemos la atención y los servicios que necesitamos.
En los últimos tiempos, se están produciendo recortes y ajustes presupuestarios en los servicios sociales que dificultan nuestra integración social. Se ha restringido considerablemente la Ley de Autonomía Personal y Atención a la Dependencia, se ha paralizado la concertación de nuevas plazas en Centros Especializados, se están produciendo atrasos en los pagos y ha disminuido la financiación a los Programas de Empleo.
No nos lo hagáis más difícil. Sin el apoyo que nos prestan cada día los profesionales de los centros y nuestras familias jamás llegaremos a alcanzar nuestros sueños, sin el apoyo de las administraciones jamás llegaremos a ser ciudadanos, sin tu apoyo jamás llegaré