Según parece ha estado habiendo estos días un casting por el cielo, para reclutar a nuevo ángel… (todo indica a que había escasez de este tipo de pequeños personajes alados y maravillosos) y Dios no ha dudado en escoger a uno de los personajes más maravillosos y entrañables que Antequera ha tenido la suerte de ver nacer y pasear con sus padres y su hermano durante trece años: Raúl Palomo.
Raúl era un niño tan limitado por fuera como rico y perfecto por dentro, de esas personitas que dan mucho más de lo que aparentan demandar, que por desgracia no ha sido poco… ya que era uno de esos niños “que están malitos”, de esos que siempre están dando bandazos de acá para allá, calle arriba, calle abajo y de rehabilitación a estimulación y de allí al cole. Pero sobre todo, disfrutando de apacibles paseos con sus padres, eso sí que le gustaba a él, no la casa que era más aburrida.
De eso se han estado encargando amorosamente sus padres, Ana y Jesús. Ellos han mirado por su niño día y noche, lo han apuntado a todas las excursiones imaginables y lo han llevado muchísimo a la playa y a la piscina, donde el peso de su dificultad física se hacía más ligero y él era más feliz.
Raúl, cansado ya de tanto médico, pero satisfecho de la vida tan bonita, cariñosa y digna hasta lo indecible que había disfrutado con su bonita familia, nos ha abandonado esta semana para ser libre, para recoger los frutos de una gloria que se merece más que nadie, pero dejando a su familia y a todos los que le conocíamos tristes, simplemente porque era una persona maravillosa, y por desgracia trece años a todos nos parece demasiado poco tiempo.
A sus padres y a su hermano les debe quedar para siempre el orgullo de haber sido su familia y haber querido y cuidado a Raúl hasta el infinito y de haber luchando por él hasta el último aliento sin tirar la toalla, porque le querían muchísimo.
Aunque su hueco va a ser difícil de llenar, ellos deben saber que todos los que los queremos estaremos siempre aquí para ser su apoyo y para recordar para siempre a nuestro querido Raulito. Que descanse en paz. Todos los que queríamos a Raúl.
COQUI RODRÍGUEZ
