La comunidad capuchina promovió una vigilia de oración y una cena solidaria el primer viernes de Cuaresma, el 7 de marzo, en la iglesia parroquial del Salvador, con una oración que concluyó en una cena solidaria para Manos Unidas.
El lema este año de su campaña contra el hambre, es el de “Un mundo nuevo, proyecto común”. Fieles y personas de bien acudieron a la cita anual en pro de este objetivo.
Manos Unidas considera que en el mundo “todavía 842 millones de personas pasan hambre, a pesar de que en el año 2000, todos los países acordaron trabajar juntos para acabar con el hambre antes de 2015. A menos de un año para que se acabe el plazo, comprobamos que estamos muy lejos de poder conseguir este objetivo. El hambre en el mundo es un escándalo que no podemos consentir. Y aunque nos parezca que no podemos hacer nada, está en nuestras manos ofrecer soluciones para que se cumpla este derecho fundamental para todos”.
“Por eso, para poder acabar con esta tragedia es urgente generar un nuevo orden de relaciones, entre personas, asociaciones, empresas, organismos públicos, y entre países, que refleje la fraternidad que nos une”.
