domingo 5 mayo 2024
InicioAntequeraJuande, Alejandro y Víctor, los ‘ángeles de la guarda’ del desfibrilador salvador

Juande, Alejandro y Víctor, los ‘ángeles de la guarda’ del desfibrilador salvador

Esta vez fueron Juande, Alejandro y Víctor, pero pueden ser cualquiera de los agentes del orden, sanitarios o persona que salve una vida en la calle.

Fueron los tres agentes de la Policía Local de Antequera que atendieron a un hombre con 58 años días atrás. Se desvaneció, perdió el pulso y tras usar el desfibrilador, le salvaron la vida, según fuentes sanitarias que lo atendieron.

¿Y cómo se reacciona al encontrarte una situación de una persona sin pulso? “Fue todo muy rápido. Nos llamó una pareja y nos dijo que fuéramos con ellos. Llegamos y le estaban reanimando. Parecía muerto por cómo estaba el cuerpo en el suelo. Seguimos nosotros con la RCP (reanimación cardiopulmonar) y al llegar los compañeros utilizamos el desfibrilador y reaccionó, recuperó el pulso”.

Agradecen al Ayuntamiento de Antequera que haya colocado varios dispositivos y a Corazones Solidarios por su formación constante a colectivos que se lo piden como la Policía Local. La formación es fundamental en estos casos: “Todo sirve, algo se te queda”. Aconsejan que “quien se vea capacitado, que haga el curso”, sabiendo que los dan siempre que se les pida.

Formado o no, asistido o no a un curso, “estos desfibriladores hay en varios sitios y edificios, y los puede usar cualquier persona. Es fácil y se puede usar con mínimos conocimientos y seguir las indicaciones que te va dando”. No da la descarga por el mero hecho de tocarlo.

Sacando el lado positivo, le pedimos qué hacer a esa persona que se encuentre en una situación parecida. “Lo primero es llamar al 112. La centralita avisa al instante a quien haga falta y ya nosotros acudimos o los bomberos, o los sanitarios, o varios a la vez”. Por suerte, la Policía Local o la Policía Nacional, es inmediata. “De 1 a 7 minutos como mucho, podemos llegar a cualquier parte de la ciudad”. Lo que es una garantía para reaccionar.

Hemos pasado de la RCP al uso del desfibrilador. “La RCP era lo que antes se tenía a mano, ahora tienes también el desfibrilador como medio más avanzado. Para la RCP hay que estar formado”. ¿Y si tienes un desfibrilador y no puedes esperar más tiempo? “Ante la duda, úsalo. No te dirá que pulses el botón de la descarga hasta que mida el corazón y te dirá si procede o no pulsar el desfibrilador. La máquina va hablando contigo y te va indicando qué tienes que hacer”.

No es el sitio, pero ¿cómo se usa? “Abres la caja y te va diciendo cómo tienes que utilizarlo. Te especifica por ejemplo que es para personas con más de 25 kilos. Tiene dos parches que te dice dónde colocarlos en el cuerpo. Al ponerlo, enciendes la máquina y te dice si tienes que darle masajes o pulsar el botón de la descarga”.

Puede darse el caso que pese a pulsarlo, no actúe porque detecta que no debe usarse. “Y antes, sea el caso que sea, te dirá que guardes distancia y no toques a la persona por la descarga que da”. También “tiene que estar seco, no puede haber agua entre medias”.

El tiempo, vital. La espera debe ser… “El tiempo se hace eterno”. Además, “antes no tenías desfibriladores, sólo la RCP hasta que viniera la ambulancia”. Ahora, “al llegar nosotros, analizamos la situación y actuamos hasta que venga el equipo médico”.

Volver a verle: El reencuentro
Llegan los médicos y la ambulancia se va. “Terminas y te quedas obviamente preocupado hasta que no te enteras cómo ha evolucionado”. En sus casos, conocieron la evolución y contactaron con la familia que “ante todo, nos mostraron agradecimiento por lo que se ha hecho. Y comparten contigo cómo va la evolución. Te llena que has puesto tu granito de arena para que siga bien”.

El reencuentro. “Lo vimos el martes”. “Parecía otra persona de cuando lo dejamos tumbado en el suelo. Al verlo mirando la Peña de los Enamorados desde su habitación en el Hospital, se nos puso el vello de punta”.

Les agradeció obviamente. “Nos agradeció nuestra intervención. No se acuerda de nada, sólo 5 minutos antes que estaba hablando con su hijo y recuperó el conocimiento en el Hospital”.

Terminamos deseando que este final feliz pueda promover más formación, más desfibriladores… “El Ayuntamiento ha acertado plenamente con dotarnos de ellos”. Son Juande, Alejandro y David, se suman a ese legión que está preparada para ser nuestro ángel de la guarda en cualquier circunstancia. ¡Gracias eternas!

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