Antequera no se podía quedar sin su Cabalgata de Reyes Magos, y así pasó que la tuvo, con la acertada iniciativa municipal de adelantarla media hora y acortar el recorrido por si se cumplían las previsiones de lluvia a primera hora de la noche. Por cierto, llueve desde la madrugada y sobre las 10,40 horas leves copos de nieve en la ciudad sin cuajar en tejados ni suelos.
Como marca la tradición que guía la estrella de Navidad, el día 5 de enero tuvo lugar la Cabalgata, donde Melchor, Gaspar y Baltasar hicieron latente la magia de la ilusión entre niños, jóvenes y mayores en ese día donde el Niño Dios viene en forma de regalo: oro, incienso y mirra, hoy en forma de amor, fe y esperanza.
A mediodía, en la recepción municipal, el alcalde Manuel Barón comunicaba que se adelantaba la hora de salida a las 17,30 horas en vez de a las 18 horas, y que se recortaba el itinerario, dejando el paso por Ronda Intermedia, Parquesol, Avenida Pío XII y Plaza Castilla, por salir directamente por la Plaza de Toros rumbo a la Puerta de Estepa, siguiendo por el recorrido previsto desde ese momento.
Otras ilustres colaboraciones son las de Unicaja –que volvieron a ofrecer los regalos de los Reyes Magos en sus visitas a las residencias y Hospital– o Automóviles Torres con el servicio de transporte del séquito real durante los dos días de la visita de Melchor, Gaspar y Baltasar a Antequera.
El tren navideño abría la comitiva, tras él, un Cuatro Caballos pintado de rojo; y el desfile de mascotas de la Patrulla Canina abrían la tarde con mucha gente desde el principio del trayecto.
Frozen, Pinocho y la Cenicienta daban las pinceladas cinematográficas adoradas por los pequeños, contando con el acompañamiento musical de la Banda de Cornetas y Tambores del Cristo de la Verónica de los Amigos de la Música y la animación de la Asociación Cultural El Caldeo.
Seguían los Minions, un Portal de Belén de Playmobil, orquesta de cuerdas, carroza de ciervos, cabezudos, duendes y piratas. Luego empezó el paso de animales y bichos de ficción de grandes dimensiones que dieron colorido a la cabalgata.
Y cerraban Melchor, Gaspar, y Baltasar, quienes eran aclamados recibiendo la petición de molletes a su paso por las calles de Antequera. Y durante todo el cortejo, fuerzas del orden y Protección Civil velando por el buen transcurrir del paso de los Reyes.
Terminaba la aparición pública de Sus Majestades, en una cabalgata que como a mediodía, congregó a multitud de personas durante todo el trayecto. A continuación, comenzaron sus visitas particulares que se prolongaron durante toda la madrugada y la jornada del sábado 6 de enero.
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