Hay historias que conmueven y que muestran que la sociedad no es tan apática como a veces creemos. Esta semana ha presentado su segundo libro, Mamadou Diallo, un joven de 26 años de Guinea Conakry, aunque tras varios meses en nuestra ciudad, se siente un antequerano más. Bajo el título de “El chico del Euromillón” no presume de dinero, sino de la riqueza que es sentirse querido en España y concretamente en Antequera.
A los 17 años fue en busca de un futuro con esperanza, teniendo que abandonar su país. Tuvo que atravesar el Sáhara y en 2017 cruzó el Mediterráneo en una patera. Tras pasar por Almería, Barcelona, Córdoba y Puente Genil, encontró en Antequera un lugar donde rehacer su vida, aprender el idioma, formarse, empezar a trabajar en Toldos Juan del Río y agradecer que le den una oportunidad nueva para vivir.
Agradecimiento en forma de libro
Si hoy en día te preguntan qué es lo que sueñas, muchos responderían que tener dinero y si no lo tienen, conseguirlo en un sorteo de lotería. Pues es lo que piensa en cierto aspecto Mamadou, pero para el la riqueza es sentirse querido y poder empezar de cero en su nueva tierra: Antequera.
Llevamos ya muchas entrevistas, pero como la de Mamadou… No sobrecogió al escucharle tan atento y agradecido. ¿Quién es ese chico del Euromillón? “Me siento muy afortunado con vosotros. Por eso me identifico como el chico del Euromillón porque con ustedes, me ha tocado la lotería”. Así empieza de rotundo y sincero.
¿Cómo ha sido lo de escribir el segundo libro? “Me gusta escribir, me gusta leer, me gusta ir a la biblioteca, coger libros y estudiando y trabajando y ayudando, a los demás, a los más necesitados”.
Ha tenido que ser muy difícil llegar hasta aquí, como conocimos en su primer libro. “Sí, sí. He sufrido bastante en el desierto del Sáhara y después en Marruecos, en el Mar Mediterráneo, pero desde que llegué aquí, ustedes me abrieron sus corazones, sus puertas y me ayudaron muchísimo y gracias a Dios, gracias a vosotros, he conseguido nacer de nuevo”.
Un libro que ya está en las plataformas de ExLibric, Amazone y la Casa del Libro, agradeciendo a todas las personas que le han ayudado a hacerlo posible. “Son muy amables, son muy simpáticos me han ayudado mucho para cumplir nuestro sueño”.
¿Cómo escribe, a mano en un bloc, en ordenador, en el móvil? “Tengo una agenda y cuando sale algo, aquí en Antequera tenemos mucho que escribir, y salgo y aprendo y apunto en mi agenda y después lo pongo en mi ordenador”.
¿Qué nos puede compartir de qué trata? “En el libro se encuentra mi agradecimiento. El sol sale desde la Peña de los Enamorados para iluminar nuestros corazones. Y nuestras casas están construidas con las bellas piedras de los Dólmenes de Menga y de Viera y el Paraje Natural de Los Dólmenes. Antequera es un lugar de paz, es tu destino con el amor”.
Por cierto, habla de maravilla el español. ¿Sabías algo antes de venir? “No, no sabía nada. No sabía nada de español. Aquí empecé a estudiar todos los días” y aprovechó los centros ocupacionales, los cursos de formación o hasta en El Henchidero en el Pedro Espinosa.
Conoció hasta al alcalde Manuel Barón quien “firmó mi primer contrato con su excelencia y empecé a luchar, a luchar”. Y después de su formación empezó en Toldos Juan del Río a trabajar.
“Instalamos protección solar, motorizado, de todo, toldos manuales y estores y montamos de todo”, se muestra muy agradecido por darle la oportunidad de trabajar.
Cuando hoy percibimos tanta confrontación en el mundo en general, ¿qué piensa? “Aquí la gente de España son muy amables, son muy simpáticas. España es el mejor país para los refugiados del mundo”. No quiere apreciar nada negativo.
¿Algo que desconozcamos de Mamadou? “Me gusta leer, escribir, el fútbol, hacer deporte, trabajar y ayudar a los más necesitados”. Contribuye en varios colectivos. Después del segundo ¿habrá un tercero? “Sí, estamos ya en ello. Como aquí estoy con la señorita Macarena que me acompaña y ellos me ayudan bastante, ya lo vamos preparando”.
Cuéntenos pasiones que tenga por Antequera. “A mí me gusta la porra antequerana con patatas, aceite virgen extra, tomate, atún y de todo lo que haga falta”. ¿Hay algún sitio que le guste pasear por la ciudad? “El Paseo Real, Parque Atalaya, Matagrande…”.
Cuando ve las costumbres de la ciudad, como la cabalgata, el Carnaval, la Semana Santa, la Feria de Primavera o la Real Feria de Agosto, ¿qué piensa? “Es maravilloso y yo participo en todas las actividades de Antequera”.
¿Cómo damos esperanza o ilusión a quien lo está pasando mal? “Que estudien la lengua española y se formen. Aquí hay de todo. Es el país del sueño. Y afrontar las dificultades con alegría. No mirar a qué situación te encuentras. Hay que luchar. Y no mirar atrás. Yo lo que he hecho desde que llegué, yo digo voy a conseguir esto y en este camino, voy. Gracias a Dios, gracias a ustedes. Es un sueño hecho realidad. Gracias Antequera, soy un mochano más gracias a todos ustedes”.