La Cofradía del Santo Entierro le tocó lo peor de la amenaza de lluvia, ya que a las 22,30 horas decidieron suspender su procesión y solamente trasladar sus tronos desde la iglesia del Carmen a su Casa Hermandad anexa, en un traslado como si hubiera sido una procesión de menos de media hora.
Conocedores de los malos pronósticos y sabiendo las decisiones de las otras dos cofradías, se reunieron a las 21,30 horas y a las 22,10 horas comunicaron su decisión de no salir y trasladar los tronos.
Salieron del interior de la iglesia del Carmen, pasando por la plazuela de la fachada y el tramo que comunica con el edificio cofrade anexo al templo, entrando primero la Cruz Guía, luego la urna del Santo Entierro y para terminar la Virgen de la Soledad.
Un muñidor abría el cortejo, en el año que se estrenaba Salvador Cruzado como hermano mayor de la Cofradía, Eduardo Villalón Alarcón del trono del Santo Entierro y en el que la Virgen estrenaba la restauración de su saya procesional.
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