Miguel Ángel Sánchez Garrido Morales nació el 23 de mayo de 1996 en Antequera. Hijo de Manuel Sánchez Garrido Bueno y Amparo Morales Carmona. Trabaja en el departamento de Calidad-Muestras de Mercaoleo-Dcoop.
Con 28 años sabe como mayordomo lo que es organizar una cofradía en la calle, algo en lo que trabaja todo el año para poder transmitir a todo el cuerpo procesional el Jueves Santo. Sueña con ver terminado el nuevo palio de la Virgen del Consuelo y como sueño, quién sabe si la coronación canónica de una imagen muy arraigada en San Pedro.
Miguel Ángel Sánchez Garrido Morales es uno de los jóvenes que hace unos años iniciaron un movimiento en el mundo cofrade local que busca el orden armónico en la calle de los cortejos y altares extraordinarios que nos recuerdan a los antiguos monumentos, pero con las imágenes titulares de las cofradías. Prueba de ello es lo que se palpa y vive en San Pedro y en el Consuelo concretamente.
Es mayordomo, pero hoy nos sentamos con él para hablar más de su devoción. Recordamos su lamento por la pérdida reciente de su abuela. Entendemos que la devoción nace en parte de ella. “Yo recuerdo al Consuelo toda mi vida en mi casa. Mi abuela, Antonia Carmona Conejo, siempre me inculcó, desde chico, tanto a mí como a mis dos hermanos, su devoción hacia la Virgen”. ¿Cómo la recuerda? “Alumbrando detrás de la Virgen del Consuelo y yo ir siempre allí a San Pedro, a misa con ella. Ella me crió de chico y me llevaba siempre con ella desde nuestra casa de calle Alta, donde seguimos viviendo, donde antes que ella, lo hizo también mi bisabuela Francisca Conejo Rubio. Es decir, que como mínimo, somos la cuarta generación de devotos del Consuelo. Ella falleció con 101 años”.
Vivió la transformación de la Cofradía del Consuelo de los tiempos del pasar del palio antequerano al que hace este año, 75 años, se empezó a dar un giro propio. ¿Qué le decía su abuela de aquellos cambios entonces en 1950? “Recuerdo que eso le preguntaba cuando ella me llevaba al Septenario y me decía que fue un cambio muy diferente, que la hizo única”. ¿Y qué le contaba su abuela sobre el culto? “Pues que el 4 de septiembre siempre se vestía de blanco la Virgen y me contaba siempre que una vez entró a la iglesia, ella se ponía en el centro para vestirla, algo que ahora es impensable. Pues que llegó a pensar que era una niña de Primera Comunión. Y cuando se acercó, vio que era la Virgen del Consuelo con su mantilla echada por encima y tal”.
El primer recuerdo de Miguel Ángel de la Virgen del Consuelo es…. “La Virgen del Consuelo, el 4 de septiembre, siempre, siempre rodeada de nardos, con muchísima gente”. ¿Cuándo empezó su vinculación con la cofradía. “Yo entré en el Grupo Infantil que entonces existía gracias a Manolo Carmona y tenía yo 8 años”. Estamos hablando mucho de la Virgen del Consuelo, pero sabemos que hay cofradías, como Los Estudiantes o como el Consuelo, donde hay como varias cofradías dentro de ellas. ¿Miguel Ángel es del Cristo o de la Virgen? “Yo en mi caso siempre digo y lo afirmo: soy de la cofradía, es decir, soy de los dos. Con el Cristo de la Misericordia, le tengo gran cariño, es un Cristo único. Mi abuela, tiraba mucho más para la Virgen, como que me inculcaron mucho la Virgen, pero yo, fascinado de la Cofradía del Consuelo tanto por el Señor como de la Virgen”.
Sus visitas diarias a San Pedro,
cristiano antes que cofrade
Del Jueves Santo ya hablamos mucho, pero ¿cómo es su devoción durante el año? “Yo, primero, antes que cofrade, soy cristiano. Entonces yo sí es cierto que soy una persona involucrada en la Parroquia de San Pedro. Durante todo el año estoy mucho por San Pedro, como el que dice los martes y los viernes, que hay despacho y hay misa y tal. Voy mucho por allí, a preparar cosas, a arreglar, que siempre hay mucho que hacer. Y después la cofradía, pues un diario de gestiones. Yo acudo todos los domingos a San Pedro desde que tengo uso de razón toda mi vida”.
Hablando de domingo, nuevo párroco, ¿cómo os lleváis con Francisco Aurioles? “Es un párroco extraordinario, una persona que con nosotros ha conectado muy bien. Tenemos gustos personales parecidos en el sentido de cofradías, a nivel de vivir la fe muy similares. ¿Y con nosotros? Pues la verdad que la forma de llevar la cofradía que tenemos actualmente y con él nos llevamos muy bien”.
Es decir, que lo que vivió en el vía crucis extraordinario del Cristo de la Misericordia es un adelanto de este nueva relación cofradía-párroco. “Exactamente fue gracias a él, nos dejó hacer junto con su opinión y su saber estar, conseguimos hacer ese vía crucis. Creo que fue muy, muy elegante”. Es una continuación de lo que lleváis haciendo los últimos Jueves Santo. Tras el primer paso que dieron Los Estudiantes con las mecidas, el orden, la corrección… ahora ustedes con la cara tapada, la renovación del cuerpo procesional, mimar a los penitentes y que los hermanacos vayan sincronizados con las marchas cofrades es la demostración del trabajo hecho. “Fue poco a poco, al fin y al cabo la cofradía en una ciudad muy tradicional, pero no por ello no quiere decir que la tradición puede ir cogida de la mano del orden y el tener una organización interna para el bien de los que trabajamos dentro. A nivel cofradía se necesita una organización que puedas tener para tu tranquilidad mental. Y fue. Poco a poco se entró y hubo unificación”
¿Cómo es el Jueves Santo para Miguel Ángel? “Muy estresante, llevamos mucha, mucha presión”. ¿Alguna vez has llevado alguno de los titulares como hermanaco? “Yo me tiro más para hacer penitencia de mi forma de ser. El día que yo deje el cargo de mayordomo, que evidentemente llegará, creo que iría al puesto de penitente”.
¿Cómo ves de aquí a 25 años a su cofradía del Consuelo? “Creo que seguirá estando como está a día de hoy, pero con el trono de la Virgen terminado”. ¿En qué años se aventura a decirnos que puede estar el palio terminado? “Si en la Misericordia tardamos unos 18 años y aún así no se ha terminado del todo… En el 2026 terminaríamos lo que es la talla completa del trono. Se estrenaría la peana de plata. Yo echaría unos 10 años más”. ¿Qué sueño le queda por vivir como devoto de la Cofradía de del Consuelo? ¿Otra Magna, una coronación canónica, una salida extraordinaria? “Si fuera un sueño que se pudiera hacer realidad, la Coronación de la Virgen. Una Virgen con 325 años de historia, incluso más, con la fe que tiene en el Barrio. Y si no pudiera ser, un sueño sí que es”.
Concluimos ¿qué le dice a ese joven que tiene esa foto que quiere hacer un cartel que quiere ser, que quiere entrar como lo hizo Miguel Ángel? “Yo creo que sobre todo hay que sentirlo. Hay que sentir la cofradía, hay que sentir el cariño. Yo creo que teniendo un cariño especial y saber estar en estos sitios, puedes llegar a donde quieras, no por ostentar un cargo. De hecho, un cargo es un compromiso que muchos no quieren y yo muchas veces me viene largo, pero estar cerca y lo que te regala estar en una cofradía y convivir con la gente… Yo creo que una cofradía al final es la gente, el cariño y que tengas ilusión de ir, de disfrutar, que vaya con la mente de que hay que disfrutar. No lo vea como un trabajo, un sacrificio, sino vamos a estar un rato con amigos, con gente que nos criamos y con eso, seguir adelante”.
Así es Miguel Ángel, uno de los jóvenes que ya está siendo parte de la cofradía de su barrio, de su familia, que forma parte de entender una cofradía de otra forma diferente, la del Consuelo.