Con el final del 2018 a la vuelta de la esquina, nos damos cita con uno de los entrenadores más laureados de la cantera del Antequera Club de Fútbol, Pedro Murciano, que abandonó el club este verano de 2018.
Así lo avalan las temporadas que pasó allí, logrando el ascenso a la División de Honor con el Juvenil y codeándose con los mejores equipos de España. “Había llegado a lo máximo y la forma de enfocar el futuro internamente era incompatible conmigo. He aprendido mucho en esta etapa”, explica Murciano sobre su salida del Antequera.
Ahora, el míster vive una nueva etapa en los banquillos del Puerto Malagueño, donde se hizo cargo este verano del conjunto Cadete, que milita precisamente en la División de Honor. “Tuve bastantes llamadas cuando oficializó mi salida del Antequera. No tenía prisa por tomar decisiones, estaba buscando algo que me convenciera sobre todo en profesionalidad. Ir al Puerto Malagueño ha sido un acierto. Se esforzaron mucho por contar conmigo”, manifiesta Murciano sobre cómo se gestó su llegada al conjunto costasoleño.
Asimismo, asegura que el curso está marchando de manera brillante en todos los sentidos: “Desde primera hora me han acogido muy bien. Me he sentido muy valorado. Hay una gran profesionalidad en cómo se trata el fútbol, la formación y trabajo del técnico, el día a día, te sientes muy respaldado por el club”.
Respecto a la situación deportiva del equipo, el entrenador antequerano se muestra muy satisfecho: “Hay un ambiente general de elogio al equipo. A nivel clasificatorio alcanzamos prácticamente la perfección porque estamos por detrás de los filiales. El objetivo es salvar la categoría, estamos en el buen camino, pero no hay que despistarse”.
Método definido: el ‘cómo’ por encima del ‘qué’
Pedro Murciano no tiene prisa. Prefiere hacer las cosas a conciencia, cuidando el detalle y la forma de llegar a la meta. “El cómo hacer las cosas es la diferencia entre unos y otros. En el mundo del fútbol hay muchas formas de hacer las cosas, yo solo entiendo de trabajo y cómo hacemos ese trabajo. No solo se trata de cómo juegan los chavales, sino de cómo se comportan, cómo quieren ser como personas. El cómo va por encima del qué para nosotros”.
Pedro Murciano mira adelante, centrado en el presente, disfrutando lo que hace y con la seguridad de que pueden venir grandes retos en el futuro. Su trabajo lo avala: “Es una manera de sembrar para después recoger”.
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