Temporadón con el Atlético Malagueño, convocatoria con el primer equipo y debut soñado frente al Real Madrid en el Santiago Bernabéu. Todo parecía idílico hasta que una entrada tonta de Karim Benzema sobre el canterano Sergio Calatayud, en el minuto 74 de partido, mandaba al traste la carrera deportiva del antequerano como jugador profesional de fútbol en Primera División, por azar, curiosamente un día antes de su cumpleaños.
En la retina de los aficionados antequeranos siempre perdurará ese 3 de marzo de 2011, día en que Cala tuvo que ser sustituido del terreno de juego, dos minutos después de entrar, por culpa de un esguince del ligamento lateral externo de su tobillo derecho.
Martes 1 de marzo del año 2011. Ciudad Deportiva de Málaga. Sergio Calatayud Lebrón (Antequera, 2 de marzo de 1990) acababa de finalizar su entrenamiento con el Málaga, cuando recibió la noticia de su convocatoria con el primer equipo para jugar frente al Real Madrid en el Estadio Santiago Bernabéu.
El sueño estaba casi cumplido. Cala, que llevaba varias semanas entrenando con el primer equipo del ‘todopoderoso’ Málaga de la era Al-Thani, el de los Joaquín, Julio Baptista, Cazorla, Isco y compañía, estaba preparado para ‘dar el salto’ y debutar en Primera División: “Cuando vi mi nombre en la convocatoria llamé a mis amigos y a mi familia. Porque, ¡claro, es algo por lo que llevas toda tu vida luchando y en ese momento se hizo realidad! Dio la casualidad que fue contra el Madrid, podría haber sido contra cualquier otro, pero era en el Bernabéu. Curiosamente el día antes de mi cumpleaños”.
Un escenario idílico para una noche que pudo haber sido perfecta de no tener la mala fortuna de lesionarse al poco tiempo de ingresar en el campo: “Fue todo muy bonito, con mi gente apoyándome, aunque después se ensució un poco porque fui a debutar y tuve una lesión, prácticamente la primera de mi carrera deportiva”.
Un esguince que llegó en el peor momento, ya que Cala, que llevaba varias semanas entrenando a las órdenes de Manuel Pellegrini –que siguió su progresión desde el filial–, tenía todas las papeletas para quedarse en el primer equipo: “No me he lesionado nunca en mi vida, y me tocó ese día. Lo ves tan cerquita, que da un poco de rabia que una lesión tonta, haga que se te escape el sueño”.
Percance que no iba a minar la moral de un joven antequerano criado en el Barrio del Carmen que respira fútbol por los cuatro costados. Cala se recuperó de su lesión, y tras siete años en Málaga, con 22 años decidió probar suerte fuera de Andalucía, jugando una temporada en el equipo madrileño de Fuenlabrada: “Fue una etapa bonita y complicada porque era mi primer año fuera de casa en un equipo veterano, porque en los filiales normalmente somos gente joven (bromea); pero al final compensa porque aprendí muchas cosas de buenos jugadores como Pachón, que jugó en el Rayo, Getafe o de Antonio López, que jugó en el Sevilla y ganó una UEFA”.
De Madrid a Málaga, pero esta vez para jugar en El Palo, “un equipo de barrio, que militaba en Segunda B”. Breve, pero intensa etapa, que no acabó con final feliz, pues el conjunto paleño acabó descendiendo hasta Tercera División, y Cala decidió cambiar de aires fichando por el Real Jaén. Con los jiennenses, el antequerano vivió su “peor etapa como futbolista” por el tema de las deudas del club: “El equipo estuvo bien hasta diciembre, a partir de ahí todo se vino abajo”.
A los problemas por impago se sumó la racha de malos resultados y tras “cinco meses sin cobrar”, Cala aceptó “sin pensarlo dos veces” la oferta del Jönkopings Södra para jugar en Suecia, liga en la que jugó durante dos temporadas.
El retorno del mago a casa
Una llamada de Ángel González en verano de 2017 fue el detonante para que el joven de 27 años acabase fichando por el Antequera, produciéndose el retorno a casa de un jugador que pese a forjarse en la Academia del Málaga, comenzó su andadura en la cantera antequerana.
Después de irse con 16 años, Cala vuelve para quedarse. Titular indiscutible en el once de Aybar, el antequerano está contribuyendo a base de fútbol –ese que sale de sus botas mágicas– a que su equipo tenga cada vez más de cara jugar la fase de ascenso.
El triunfo frente al líder consolida a los antequeranos en puestos ‘playoff’:
“He estado 7 años en Málaga, y esto muy agradecido pero ahora defiendo la camiseta del Antequera y el objetivo día a día es ganar sea contra el equipo que sea; la victoria frente al Atlético Malagueño es muy importante para nosotros; es sintóma de que el equipo está creciendo”, sentencia el antequerano.
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