Para la Historia de España pasa el mes de octubre de 2019 y lo hace con mayúsculas. La exhumación de Franco o profanación en el Valle de los Caídos; la pésima, horrible y vergonzante situación mostrada por los CDR en las calles de las provincias catalanas, batiéndose en duelo con los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, no puede prorrogarse más por mucho que se empeñe Grande-Marlaska en decir que la situación estaba contenida.
No han hecho falta nuevas elecciones ni tampoco debates electorales en televisión para ver y comprobar nuevas escenas que no debemos seguir permitiendo. Por el bien de España y de millones de españoles. El presidente del Gobierno, que está desprestigiando a España y lo ha hecho con la Universidad Juan Carlos I, tenía que haber tenido una inspiración de cierta lucidez y haber mandado a los tercios de la Legión a poner orden en las calles catalanas.
Pero su lucidez es utilizar la Moncloa con fines electoralistas. Eso es a lo máximo que llega. Existe el derecho a las protestas, a la reivindicación, a la manifestación, pero lo que ningún español ni España puede permitir es el ser testigo de un conflicto, que se ha internacionalizado a través de la basura de las redes sociales, mostrando a una gentuza que quema sus propias calles, que pisotea a quienes han de defenderlos y que priva de libertad a miles de ciudadanos que se esforzaban por llegar a sus puestos de trabajoLas leyes están para cumplirlas y la Constitución también. La nuestra tiene un artículo 155 que está clamando a voces ser aplicado.
Mal, muy mal vamos. En Cataluña hace falta recuperar el control. Las competencias que se entregaron por puñados de votos deben volver al Estado. Carmen Calvo y Pedro Sánchez quedan para la historia por haber sido los artífices (lo han permitido, ellos son el gobierno y para ello les pagamos), de gentes de dentro del país que ha sembrado el miedo en las calles, han fomentado el odio entre vecinos de un mismo barrio y lo que es más grande: están violando la libertad de todos aquellos que tienen su derecho a acudir a la Universidad sin sufrir presiones. Con unas vergonzosas nuevas elecciones, espero que los españoles (a la extrema izquierda se le aplaude por violentar y quemar y a la extrema derecha se les llama fascistas) seamos coherentes a la hora de ejercer nuestro voto. Ya estamos en noviembre, no lo hagamos histórico.