Sin duda las adaptaciones de las novelas de Agatha Christie siempre han sido muy celebradas por los seguidores de la escritora y los que amamos el buen suspense. Hércules Poirot es uno de sus personajes más llevados a la gran y pequeña pantalla. Sin duda, es el actor Peter Ustinov quien trae al recuerdo las encarnaciones más insignes de este meticuloso y particular detective. La puesta al día de sus aventuras iba a resultar algo difícil e incluso contra corriente de modas y temáticas cinéfilas. Lo que si tengo claro es que no ha podido caer en mejores manos, el actor y director Kennet Branagh.
Tenía en cartera el visionado de “Misterio en Venecia”. Un argumento muy difícil de conducir y sin embargo, intentando conservar el aire clásico de la narrativa y el artificio visual de esta época, Branagh consigue seguir encandilando con su Poirot. Bajo una atmósfera aún más opresiva, tanto en ubicación, como incluso en el diseño de la fotografía y la utilización de determinadas lentes en la cámara, Poirot se encierra con los sospechosos en un palacio veneciano, aportando este, una atmósfera especial e incluso inquietante bajo el pisar reflexivo del detective por entre sus espaciadas estancias. El secreto no reside en ser fiel a las novelas, algo que en estas adaptaciones se echa de menos algún pasaje o contenidos determinados de los textos originales, sino que la conciencia teatral de Kennet Branagh logra el equilibrio perfecto en una película de giros y tramas inesperadas que mantienen al espectador pegado al desarrollo de la historia.
En esta adaptación de la novela “Hallowe´en Party” (“Las manzanas”) hay que sumarle que el mismo director interpreta al personaje protagonista, sabiendo mantener esa especie de áurea que supo darle el maestro Ustinov en sus memorables películas. Hoy en día, frente a tanta propuesta de ficción, abrirse paso con un clásico, es de por si un gran mérito. Interpretación, fotografía, ritmo… hacen de ella un merecido notable. La trilogía de Branagh “Asesinato en el Orient Express” (2017), “Muerte en el Nilo” (2022) y “Misterio en Venecia” (2023) se han defendido en esta poderosa industria, no dejando ningún fleco suelto en la taquilla.
Esperemos seguir de enhorabuena con las pretensiones de Branagh. Seguramente ha logrado que Peter Ustinov, allá arriba, se acaricie su bigotito mientras piensa: “En realidad no existe la muerte, solo el cambio”.