La salida del señor de Guindos en pos del BCE deja aún más debilitado a este gobierno. A mi juicio, y creo que al de muchos, el ministro saliente era el as del equipo. Y claro que habrá sustituto y probablemente antes que estas líneas salgan en prensa. Se rumorea que puede ser García Tejerina, si ocurre dejará Agricultura cojeando con el trabajo que ha costado medio enderezarla. Pero ya se sabe los políticos precisan el poder. Y por otro lado España necesita colocar a algunos suyos en posiciones de salida en el marco europeo. Y como los dineros y su control nada. Siempre el dinero manda.
Y pensando en nuestra ciudad, esta semana hubo una concentración en la plaza de la Trinidad para exigirle a la Junta el arreglo de la fachada lateral que está en unas condiciones deplorables. No creo que haya respuesta, al menos a corto plazo. Es cierto que la Junta ayudó a la reforma de monumentos antequeranos. Pero en un tiempo que había dinero para todo, incluidas las iglesias y dos consejeros antequeranos en la Junta, Paulino Plata y Rosa Torres.
Ese marco y situaciones de antaño difícilmente se puedan volver a repetir y la Junta se lava las manos públicamente, estilo Pilatos, para manifestar su presidenta entre la congoja, el desaliento y la tristeza por no poder dar respuesta, que hay prioridades y el dinero no llega a todas ellas. Y dentro de esas prioridades que tienen Andalucía asegurarse el puesto se ha convertido en la más principal de todas. Las encuestas en el avance de Ciudadanos tiene muy nerviosa la bancada peperiana y la socialista porque los que llegan en mayor o menor medida han de beber de sus fuentes. Hay mucho, demasiado, miedo a tener que recular y perder privilegios que bastantes los sientes hereditarios.
Quizá nos falte un poco de madurez política y les estemos prestando demasiada atención a un partido que no gobierna, solo vemos pinceladas muy diluidas y poco afortunadas. ¿Qué es lo que se ha visto de Ciudadanos aparte del efecto Arrimadas en Cataluña? Esto no es extrapolable al resto del país. Si quieren empezar por Andalucía haciendo camino y dejando huella, les espera impaciente la deteriorada fachadas de la Trinidad, que como dijo el poeta “con sus muros desvencijados de la carrera de la edad cansados”.
