En nuestro repaso por las ferias que se vivieron en Antequera, nos detenemos en las de 1972, hace 50 años y en la de 1997, la de hace 25. Peculiaridades entre una y otra las hay, con una diferencia de 25 años, la feria de los años 70 tuvo un auge fundamental en cuanto a las actuaciones musicales con grandes estrellas en casetas muy conocidas y que siguen en la memoria de nuestra sociedad actual como Juan Pardo.
Mientras, en 1997 se vivía con esplendor la Feria de Día en el centro, que había aumentado considerablemente la afluencia de público, incrementando el número de casetas y la fiesta que se impuso entre la Plaza San Francisco y la calle Calzada.
Probablemente estemos ante unas ferias que marcaron un antes y un después en la propia historia del estas fiestas en nuestra ciudad, porque cada una en su contexto vivió un momento particular que se ha quedado en la memoria de los que la vivieron con pasión.
En 1972, hace 50 años, la Real Feria de Antequera llegó con un programa de actividades que se desarrolló desde el martes 17 al miércoles 23 de agosto, siete días de fiesta que arrancó con la inauguración de la Exposición del Concurso Nacional de Fotografía de la Excursionista. Esta actividad servía de preámbulo, porque en realidad la Feria se inauguraba al día siguiente con el encendido de su alumbrado especial con pasacalle de la Banda de Música a cargo del maestro Pelegrín.
Hubo un concierto bastante importante en dicha noche, que además del Festival de Música Joven en la Plaza Castilla contó con la actuación de Juan Pardo. Nuestras páginas describen su actuación: “Desde el primer momento supo meterse al público joven en el bolsillo, dialogando con él, contando cómo nacieron sus canciones, y haciendo un repaso a su amplio repertorio”. Además, señala que se llevó un recuerdo de nuestra ciudad además de “la rotura de las formalidades, con invasión de escenario, petición de autógrafos –que el cantante prodigó– y entrega de fotografías”.
También se contó en los días siguientes con una cita flamenca de altura con José Meneses, Chocolate, Calixto y Clavel, acompañados por Manolo Brenes y El Poeta, y Antonio Canillas en el baile.
En el resto de apartados, además de la exposición de fotografía, también se realizó una de artesanía y se realizó la exposición-concurso de ganado vacuno-frison y de maquinaria.
La Feria Taurina tuvo un cartel que encabezaron en primera tarde los novilleros Lucentino, José Manuel Pinto y Currillo. En la siguiente, Miguel Márquez, Curro Rivera y Niño de la Capea; y cerrando el apartado taurino, rejones en la última de abono para los caballeros Ángel Peralta, Rafael Peralta, Álvaro Domeq y José Manuel Lupi.
De estos 50 años de Feria, toca reseñar dos apartados más. Primero se celebró el I Concurso de Hípica Nacional durante los días 20, 21 y 22 de agosto en el Campo de Deportes que “despertó gran expectación, en el que participaron conocidos corredores de Málaga y de otras capitales, y tuvo numerosísima concurrencia, en el cual se recibieron muchas apuestas”. Fue el principio de un Concurso que llegó a ser uno de los puntos fuertes del verano en nuestra ciudad.
El segundo apartado a destacar, fue el acto homenaje al guitarrista Paco de Antequera donde se le impuso la Medalla de Oro de la Jarra de Azucenas el miércoles 23, ofreciendo posteriormente un recital donde interpretó en la primera parte “tarantos, tanguillos, bulerías, sanzón, farrucas”, y en la segunda “Recuerdo de la Alhambra, arreglo del Doctor Zhivago, Orfeo negro, arreglo de Romance anónimo y Danza quinta de Granados”. Nuestro periódico menciona que “todas las piezas, a su terminación, fueron largamente aplaudidas, así como la que tocó al final como petición de los oyentes”.
Terminó la feria con una quema “bonita y estruendosa colección de fuegos aéreos”, para una feria que nuestras páginas explican que “la animación ha sido extraordinaria, sobre todo el domingo y lunes, en los cuales los forasteros, atraídos por las corridas, han sido como siempre, muy abundante”.
1997, la Feria del Día está en pleno auge
La Feria de hace 25, en 1997, es la que más se parece a estos días, con la gran diferencia del gentío y el auge que tuvo en esos años finales de los 90 la Feria de Día concentrada la fiesta en la Plaza de San Francisco, Abastos, Calzada y Diego Ponce. ¿Quién no se acuerda de la caseta del puntazo?
Del martes 19 al domingo 23 de agosto el Ayuntamiento de Antequera propuso un programa de actividades variado, donde seguía teniendo cabida el Concurso Hípico que cumplía 25 años. La Feria Taurina contaba con un amplio cartel en la Plaza de Toros, y la mayoría de las cofradías de Antequera se implicaron para montar sus casetas. Destacan sobre todo, las cinco casetas de Juventud que junto a las otras andaluzas ocupaban el hoy Campo Ciudad de Antequera. Allí La Madriguera, Er Botío, Balonmano Antequera, Aguaero y PGB del Club Ressaka, llamaban la atención de la juventud, que ya echó en falta la famosa caseta del Tikitón.
La Feria de Día fue un éxito para todas las casetas, tanto que muchas de las nocturnas decían que repercutía en ellos porque se prolongaba la mañana. Lo cierto es que se recuerdan aquellos años de lleno en la Cofradía de los Estudiantes, la Hermandad de Santa Eufemia con su “puntazo” en todos lados y la música cofrade con la que echaban el cierre cada día. La Caseta del Ecuador de la Parroquia de San Sebastián en calle Diego Ponce, así como todas las demás organizadas por las cofradías antequeranas, que vieron prolongar la fiesta a calle Calzada por la música y ambiente que proliferaban lugares recordados por todos, La Madriguera y el Manolo Bar. Días inolvidables.
Nuestro periódico, en el editorial del 30 de agosto, ya pasada esta Feria inicia el mismo: “La reciente celebración de la Feria de Agosto, ha vuelto a ser aliciente como para atraer a Antequera a infinidad de visitantes. El aspecto que han tenido las calles de la ciudad cada uno de los días de la Feria, pero sobre todo los de los espectáculos taurinos, nos hicieron soñar con la Antequera que todos queremos porque aparte las visitas en si, se producían una serie de consecuencias: hemos visto los comercios y supermercados repletos de gente; hemos visto bares y cafeterías, atosigados por la bulla; hemos visto los restaurantes tope y en los hoteles se registraron ocupaciones de un casi general ciento por ciento”.
El inicio de la Feria dicho año corrió a cargo del pregonero José Manuel Del Pino Cabello, y le acompañó en estos menesteres, María Teresa Cerrillo Mercado como regidora de las fiestas. En este acto, hubo concierto de piano de Ángel Sanzo.
En el apartado musical, como venía siendo habitual en la Caseta Municipal situada en el Paseo Real, destacaron las actuaciones de una jovencísima Niña Pastori que ese verano había roto todas las listas de éxito, como lo hicieron “Los Centellas” y su “Toro enamorado de la luna” que en Antequera tuvieron un éxito arrollador “cuyos temas fueron coreados por jóvenes y mayores”. Además, hubo humor con Juanito Valderrama, encuentro de Verdiales y cita para los artistas locales con el II Encuentro de Coros Rocieros, así como baile con el Grupo Folklórico “Azucena” y Vanessa Lamar que abarcó “todos los estilos, todos lo gustos y lo mismo homenajea a La Niña de Antequera con su canción del Perro, que se atreve con el tema de Don Juan de Marco”.
En los toros sobresalió el antequerano novillero Sánchez Parada que debutó con caballos en su tierra, cortando tres orejas y abriendo la puerta grande. Algo que también realizó Javier Conde que cortó dos orejas el 23 de agosto toreando entonces con Rivera Ordóñez y José Tomás, en su única participación del diestro en Antequera.
Unas ferias más parecidas a la de hoy día, y que se tienen más en la retina al estar más cerca en el tiempo. Aquellos años en el centro…
