Sigo sin entender quién fue el autor, y quién le permitió que hiciera las barbaridades que hay hoy en las calles Tintes, Maderuelos, Garzón y demás, de casi toda Antequera. Cada día se levanta una piedra, una mujer su tuerce un tobillo, o un abuelete tropieza con las piedras.
El empedrado estaría bien para los alrededores de Santa María o el Castillo, pero ¿por qué no se hicieron estas calles con pavimento liso?
Si mi humilde opinión puede valer para estos nuevos rectores. ¿Por qué no asfaltan las calles Los Tintes, Medidores, Garzón y Maderuelos? Salvarían los escalones que hay con las aceras, y evitarían el trauma que supone pasar por ellas.
Sería algo magnífico, y que si después a alguien no le gusta, que lo quite y descubra las piedras, como hoy se hace con mosaicos romanos que aparecen por doquier. ¡He dicho en esta carta!
MANUEL LÓPEZ ESCOBAR