El mercado de los teléfonos móviles continúa creciendo y Google no quiere quedarse atrás. Ya revolucionó el mercado con la calidad del Pixel 3 y ahora lo hace con la siguiente generación, que tiene en la cámara uno de sus atractivos principales.
El Pixel 4 ya está a la venta y, aunque no está tan pulido en términos generales como el iPhone 11 Pro, sí que compite de tú a tú con la nueva apuesta de Apple: la calidad de las fotografías que realiza es indiscutible.Aunque se ha dejado atrás el súper gran angular que sí tienen los de la manzana, el dispositivo de “la gran G” incorpora este curso un objetivo angular y un teleobjetivo, que añade más versatilidad y da más juego a la imagen que podamos tomar.
Todo ello, sumado a unos sensores con mayor luminosidad.Y, ahora, entremos en un terreno complicado: ¿cómo mejorar las imágenes que realiza un teléfono? Los sensores, es decir, el hardware, cada vez está más desarrollado y llegaremos a un día –por no decir que ya estamos en ese momento– en el que las mejoras que se puedan desarrollar en ese aspecto sean mínimas. Por eso, Google apuesta por la “fotografía computacional” y les está saliendo muy bien; demasiado bien, diría yo. ¿Por qué? Pues porque cada vez dependen menos de los “circuitos electrónicos” y más del código y la inteligencia artificial.
Y de eso saben bastante. Ello hace que se dé un “empujoncito” más a la calidad de la toma, a través en este caso del software.Tras pulsar el botón de captura, el sistema se pone “manos a la obra” para que cuando entremos en la galería, nos sorprendamos con el resultado, que puede verse ya mejorado con cada actualización del sistema. Por cierto, este nuevo dispositivo –también llegará al Pixel 3– puede capturar imágenes bastante decentes de la vía láctea. ¡Astrofotografía lo llaman! Lo mejor está por llegar…