Dolores Sánchez Jiménez, natural de Antequera, casada y con tres hijos desempleados, me dirijo a ustedes para que me apoyen como madre, ya no «indignada», sino desquiciada. Somos numerosas madres que intercambiamos alimentos para poder alimentar a nuestra familia, «si yo no tengo esto tú lo tienes» y viceversa. De aquí nace mi protesta.
Siempre he votado a Europa, España, Andalucía y, cómo no, a mi ciudad, Antequera. He cumplido con mis obligaciones y por tanto protesto porque creo tener derecho a levantar la voz, y quiero tener voz también en los medios de comunicación, a los que agradezco personalmente esta ayuda. No aguanto más en la cabeza la cifra de 4.000 parados que hay en Antequera, me pregunto «¿NO ES ESTO PARA ANGUSTIARSE?».
Por eso pido auxilio para esta plataforma que acepta la ayuda que voluntariamente puedan aportar. Aquí entran grupos políticos, empresas de Antequera, INEM y otras instituciones, el que tiene mucho y el que tiene poco, aquí cabemos todos. Estoy harta de mirar el alicatado del lavadero y que la respuesta sea «como tú hay más». No lo consiento, y les remito a las siglas de mi plataforma: Madres Desempleadas Larga Duración (MDLD).
Tenemos derechos, y aunque estemos calladas, existimos. Tenemos derecho a pedir un trabajo digno.
Sé que un ayuntamiento no oferta los empleos, pero sí recibe un dinero. Se me ocurre una idea, ese famoso «balón de oxígeno» que cree empleo: que destinen parte de ese dinero al pueblo, que es muy bonito y está triste, ¡esa es la palabra más exacta! Ustedes pónganse por un momento en esta situación… Esto no es una petición mía hacia el señor Manolo Barón, de haber seguido el señor Ricardo Millán también hubiese hecho esta protesta. Permítanme que les recuerde que no pertenezco a ningún partido político ni estoy afiliada a nada.
Soy una madre, una madre que no viene aquí a ofender ni a cuestionar su recién estrenado cargo. Soy una madre más que quiere una respuesta a la pregunta «¿hasta cuándo?», Y cómo no la encuentro voy a insistir desde mi plataforma en la idea de inyectar oxígeno a mi ciudad y desde aquí a Málaga, y desde aquí a España, apóyennos. Ya les digo que no somos pocas, y que muchas más se van a volcar con nosotras porque una madre que es madre tiene que defender el derecho a la vida de los suyos con dignidad.
DOLORES SÁNCHEZ JIMÉNEZ