Aunque haya pasado un tiempo desde que se inaugurara el nuevo curso de la Real Academia de las Nobles Artes de nuestra ciudad y debido al horario laboral que tengo, se me ha pasado el hacerme eco, en su momento, del nombramiento tan merecido, a nuestro querido director de este ilustre semanario Ángel Guerrero Fernández, de académico de honor, de dicha entidad, acervo histórico-artístico de todo lo que nuestra ciudad encierra dentro de sus propias entrañas y más aún de lo que aún queda por descubrir.
A mi juicio el nombramiento de viene a ser lo que siempre decimos, el reconocimiento en vida, de toda una dilata labor de trabajo, esfuerzo, dedicación…De trabajo, dedicándose a varios de ellos para mantener a su familia, para así demostrar ser el auténtico padre, el verdadero esposo y maravilloso hombre luchador que nunca se ha venido abajo, al menos delante de los demás.
Una vida de esfuerzo, pues aquí y como se suele decir, donde hay un gran hombre es porque hay una gran mujer, que ha sabido estar en todos los sitios, en unos más contenta que en otros, pero sólo por el mero de hecho de estar su esposo allí, ha estado Tere, en ese gran esfuerzo por hacer radio, prensa escrita y hablada, tocar tanto el palo taurino, deportivo en todo el amplio espectro de la palabra, político, narrando los plenos, las elecciones, entrevistas, retransmisiones cofrades, estudioso de la historia de la ciudad, de sus monumentos, leyendas y lo más importante de todo, su espíritu cristiano transmitido a través de su fe en su Socorrilla primero, Santa Eufemia después y por último su Antequera del alma a la que tanto a alabado por su amor.
Un hombre que ha sabido compaginar su dedicación laboral con la educación y formación de sus hijos por los que tanto ha luchado y a los que junto con su esposa Tere quiere ama y venera, un hombre que ha compaginado también su labor periodística, la que ha inculcado de una forma extraordinaria a sus hijos, sobre todo a Curro, nuestro querido y entrañable amigo, hombres capaces de compaginar todo y llegar a donde ha llegado, los hay, pero hay que buscarlos de verdad.
Por tanto quiero expresar de todo corazón y con todo el orgullo de Antequeranismo, el nombramiento de este hombre como Académico de Honor de tan ilustre Institución, llegando a engrosar esa gran lista de personajes ilustre como Muñoz Rojas y Parejo Barranco, al que le dedico también mis más sinceros y emotivos recuerdos pues además de gran persona y compañero fue mi jefe y Director de la Biblioteca de la entonces Caja de Ahorros de Antequera. A estos dos últimos, Muñoz Rojas y Parejo Barranco, que Dios los tenga ya en su santo seno y a ti, querido Ángel, mi más sincera felicitación por ese título tan merecido y ganado a pulso. Muchas felicidades y que Dios guarde tu vida y la de los tuyos para siempre, sobre todo por amor a tu familia, a Dios y a Antequera.
RAFAEL ESPINOSA MORENO
