Pues a mí, me ha gustado. Reconozco que en un principio me dejé llevar por lo «que dicen y se escucha por Antequera», por el deporte nacional como dijo Antonio Carlos Ortega: las barras de bar de Antequera. Que si costaba 200.000 euros, que si el dinero para otras cosas.
Luego he visto que ha quedado bien, que parece otra Antequera, que como dicen en este periódico, parecemos una capital.
Ya casi nadie habla de la polémica. Ojalá sirva para embellecer aún más esta tierra, pero creo que deberían seguir mejorando. En los últimos años se había invertido mucho en los barrios, y el centro estaba un poco dejado de la mano de Dios.
Por tanto, es de esperar que lo mejoren, que Antequera siga destacando por sus monumentos, por la limpieza, por su hospitalidad.
Ahora, a ver si de una vez, le toca ya al Paseo Real, un sitio poco utilizado y que es el verdadero pulmón verde de Antequera, al que le hace falta una mejora inminente ya. Creo que ya le toca.