La jornada contó con una acto principal donde los alumnos, entre otras actividades, leyeron un manifiesto haciendo reflexionar a todos, que en nuestras manos está vivir en una ciudad respetuosa con el medio ambiente, en la que todos cuidemos de nuestro entorno y de nuestros vecinos; así como se analizaron los los materiales para reutilizar y reciclar que llevaron los alumnos durante la pasada semana y esta al pueblo solidario.
Los alumnos del centro realizaron el poblado «Villa Solidaridad» con más de 4.000 bricks reciclados de leche y zumo dentro de un proyecto educativo con el que se une los valores de la solidaridad y el reciclaje. El colegio alberga 6 edificios de dos metros cada uno formados por una juguetería donde los alumnos pueden entrar y dejar sus juguetes usados, un colegio para libro, material escolar y cartuchos de impresora vacíos, un hospital para medicamentos y radiografías, una churrería para llevar aceite usado, una cabina telefónica donde depositar moviles y pilas gastadas, y hasta un Ayuntamiento para recoger ropa y calzado usado y aparatos electrónicos rotos. Esta actividad además estuvo acompañada de charlas previas de sensibilización a los alumnos y profesores.