Parcial, incompleta y controlada es lo que se transmite a través de los medios de comunicación, al menos es lo que percibimos la mayoría de los ciudadanos. Aquí, allí o en el extremo del planeta. Se cuenta lo que se supone se ha de saber, ni una palabra más. El pacto de silencio no firmado entre quienes mandan y transmiten, apenas se rompe en pequeñas filtraciones a las que acceden una minoría, y aún así, también presenta imperfecciones. Siria es mucho más que refugiados, que es lo único que nos llega y nos echa a temblar. No queremos prepararnos para estrecharnos y dejar sitio a otros que lo necesitan. Líbano con apenas cuatro millones de habitantes soporta un millón de refugiados. Jordania con seis, cerca de ochocientos mil y Europa, próspera y rica, con trescientos millones, se les rasga las vestiduras de pensar admitir a errantes pobres, otra cosa son los ricos, éstos sí que son bien recibidos. Así que, contra los desvalidos, fronteras y muros, Austria acaba de sumarse para proteger a los suyos. Y cuando aparece el alma caritativa de un país, como el caso de Suecia que está ayudando al Sáhara, donde sus habitantes mal viven en tiendas de campaña desvencijadas, sin alimento ni abrigo. Marruecos le responde haciéndole el boicot a su industria estrella Ikea, que es algo así como si a nosotros nos clavaran una flecha en el corazón de Zara. Y si encima de tanto desastre que se nos presenta sin apenas soluciones, el tema catalán nos va a importunar todo lo que resta hasta las elecciones, es posible que los partidos no encuentren simpatizantes ni a la hora de pegar los carteles propagandísticos.
Hay muchas cosas que comunicar y programas que dar a conocer, a trabajar cada uno con su visión de España, y los independentistas, sólo son minoría de una comunidad autónoma.
Se ven detalles raros, gente aupada al poder por un partido que casi le vuelve la espalda, cuando se ha encontrado en horas muy bajas, porque afortunadamente está remontando. Yo creo que el bipartidismo, con pequeñas competencias que habrá de contar, no está acabado tiene mucho que decir y trabajar a destajo por este País para que las oportunidades sean iguales para todos. Y a los del nordeste peninsular, sopas con ondas, o lo que es lo mismo, ignorarlos un poquito que será lo único que les haga pupa.