Acabamos de poner punto final a la Semana Santa y seguimos viviendo con alegría la fiesta de la Pascua. Un año más, las cofradías y los cofrades hemos salido a la calle a dar testimonio de nuestra fe, a llevar, a través de nuestras Imágenes y de nuestros desfiles procesionales, el Evangelio a la calle.
Han sido días fuertes de trabajo, de montaje para que todo luzca lo mejor posible y unos días de volver a guardar todo, de analizar y comentar lo que ha salido bien y ver y tener claro lo que es necesario mejorar.
Pero, ¿y ahora qué? ¿Qué hacemos el resto del año? Las cofradías somos grupos vivos que no descansamos, seguimos participando de nuestras parroquias a través de los grupos parroquiales, desde los consejos pastorales o las actividades que se realizan.
Cada mes, en la mía es el tercer sábado, celebramos la Eucaristía dedicada a nuestros Titulares, unas veces de acción de gracias, tan importante y sin embargo cuántas veces nos olvidamos de dar gracias, o dedicadas a nuestros difuntos. Formamos una familia donde celebramos y vivimos unidos nuestra fe y como familia compartimos los buenos y los malos momentos.
Sin olvidar nuestros actos de Cuaresma, la festividad de nuestros titulares, nuestras vigilias de oración y sobretodo nuestra formación. Tenemos formación específica para el grupo infantil, el grupo joven y de adultos. Además de tener grupos de preparación al sacramento de la Confirmación.
Participamos y organizamos actos solidarios, algunos conocidos por todos como la Navidad Solidaria, las campañas de recogida de alimentos, juguetes, libros y material escolar o en las campañas de la lucha contra el cáncer, el encuentro de coros solidario… pero además cada una de nuestras cofradías lleva a cabo su labor social a través de sus bolsas de caridad, colaborando con la parroquia y las necesidades de sus barrios.
Actividades que no se conocen y que no necesitan ser conocidas, pero, ahora más que nunca, es bueno señalar que cuando una cofradía está en la calle no sólo hay que ver las flores, los mantos, las luces, sino saber que detrás hay un grupo cristiano, con sus fallos y sus virtudes, que colaboran y mucho con la sociedad y más que nunca en estos momentos de crisis.
Que acuden a la llamada del banco de alimentos o del comedor social y que nuestros recursos vienen una pequeña parte por las cuotas cofrades y la mayoría por vender lotería, por nuestras casetas de ferias, en resumen por muchas horas de trabajo y esfuerzo quitadas a nuestras familias a nuestro tiempo libre y al descanso.
La Semana Santa 2016 ha terminado pero ya hemos comenzado el nuevo año cofrade.
COQUI BRACHO DEL RÍO
Más información, edición impresa sábado 9 de abril de 2016 (pinche aquí y conozca dónde puede adquirir el ejemplar) o suscríbase y recíbalo en casa o en su ordenador, antes que nadie (suscripción).
