Uno de los proyectos más ilusionantes y gratificantes que se están empezando a desarrollar en Antequera es el de la Residencia de Mayores con Discapacidad Intelectual “José Quintana y Carmen Bueno”, la nueva gran apuesta de ADIPA (Asociación de Discapacitados Psíquicos de Antequera y de su Comarca).
Empezaron las obras a final de año y está por colocar la primera piedra en lo que será un hito en la labor social de nuestra ciudad para toda la comarca. Ahora necesitan la ayuda de las administraciones, atendiendo las peticiones de subvenciones y de personas anónimas para que se pueda hacer realidad este sueño de aquí a cinco años como prevén.
Es uno de los legados que deja Cristina Marina, tras 10 años al frente de ADIPA, a su nuevo presidente, Alfonso Cabello, con quien conversamos sobre el relevo, proyectos y objetivos, junto a su vicepresidente Marino Mir, y el gerente Diego González.
El 2016 fue el año del Patrimonio Mundial, algo que reconoce la monumentalidad de la ciudad, pero que así es por el esfuerzo de sus vecinos, que hace 5.500 años construyeron el Sitio de los Dólmenes de Antequera, y hoy, entre otros quehaceres, como el que desarrollan en ADIPA desde su sede en la carretera de Córdoba.
Cristina Marina: “Los cambios son buenos porque vienen ideas nuevas”
La presidenta saliente, Cristina Marina lo tiene claro: “Hay que hacer un relevo, hay que dar paso a personas nuevas. Los cambios son buenos porque vienen bien ideas nuevas. No te puedes encasillar en un sitio toda la vida”.
Estar al frente de una asociación es una de las tareas más agotadoras. “Ser presidenta cansa… cansa físicamente, ya que hechas muchas horas. Es más físico que mental. Tienes preocupaciones, aunque compensa con la satisfacción de estar al frente de ADIPA”.
Ser presidente o miembro de la Junta Directiva está al alcance de todos los socios, como nos explica el gerente Diego González: “En las asambleas generales, se invita a todos los socios por si quieren presentarse a la Junta Directiva. Luego, en la asamblea se sustituyen las vacantes que suele haber cada dos años en los que se renueva la mitad de los miembros. Los que se presentan, se votan y salen elegidos los que faltan para los 16 miembros de la Junta”.
Luego, dentro de la Junta Directiva, es donde se hacen candidaturas para los cargos, y entre ellos mismos, se eligen y forman el plantel. Tras cesar por voluntad propia Cristina Marina, se presentó Alfonso Cabello de presidente y Mariano Mir de vicepresidente. Alfonso ha sido maestro en La Joya, León Motta, San Juan y Los Salesianos, mientras que Mariano Mir es farmacéutico.
Alfonso Cabello: “No hay tantas personas con tiempo para estos cargos”
El nuevo presidente lleva 30 años vinculado “porque mi hermana está en ADIPA y yo estoy sensibilizado, colaborando desde hace tiempo. He estado de voluntario y en la directiva y ahora ha surgido la necesidad de continuar con la labor de Cristina y aquí estoy”.
A pesar de tener la sociedad cada día más conciencia social: “No hay tantas personas con tiempo para estos cargos, somos mayores y tenemos muchas ocupaciones”. Junto a él y Mariano Mir de vicepresidente, Manuel Jiménez de tesorero y Antonio Benítez de secretario.
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ADIPA: Atiende a 170 personas y da trabajo a 130
Tras 40 años, ADIPA es hoy en día una gran institución, una asociación de personas con discapacidad intelectual que hoy atiende a 170 personas, con 130 trabajadores y proyectos de futuro para seguir atendiendo a sus miembros desde Antequera.
Marina nos detalla cómo es el día a día de la residencia del centro: “Ahí están los gravemente afectados que cada día como cualquier persona, se levanta, les ayudamos en el aseo, desayunan, hacen sus terapias, sus actividades lúdicas y viven en nuestras instalaciones”.
Luego están los centros ocupacionales “que son quienes viven en casa ya sea en Antequera o en pueblos de la Comarca, vienen a su casa, desarrollan sus talleres, ya sea en jardines, huertos, limpieza… están todo el día, comen y luego regresan a casa tras la jornada laboral”.
Y hay un tercer apartado para las viviendas tuteladas, que son las “personas más ligeras, que se levantan por su cuenta, van a los talleres de ADIPA, regresan por la tarde y van a su piso compartido, con su propia habitación, y los fines de semana salen como cualquier otra persona”.
Esta iniciativa es una de las más integradoras con la sociedad. “No olvidemos que tienen sus gustos: salir, ir al cine, a la playa, a dar un paseíto”. Si no existiera ADIPA, Cabello nos apunta que “estarían en sus pueblos la mayoría, atendidas por su familia de la forma que buenamente pudieran”, como lo estaban antes de surgir ADIPA.
ADIPA es una entidad privada sin ánimo de lucro, de utilidad pública, concertada con la Consejería de Asuntos Sociales de la Junta de Andalucía. “Hay centros públicos en Andalucía, pero muy pocos, por lo que apuestan por los conciertos”, subraya González.
La crisis también se nota en los colectivos sin ánimo de lucro, por lo que precisan tanto económica como de personal, nos apunta Mir: “Cualquier ayuda es bien recibida, ya sea económica, como voluntariado. Son esenciales para el proyecto de la residencia de adultos, la financiación es fundamental para que se lleve a cabo”.
Sobre el día a día de ADIPA, Marina nos insiste en que cada vez “es más difícil gestionarla porque cada vez exigen más. Lo que hay dentro es una maravilla: la gente, los trabajadores, la familia, tienen una dedicación, un cariño emocionante… Yo sé que Alfonso lo va a hacer muy bien, superará todo lo que hay hecho, porque merece la pena el esfuerzo”.
“Nos exigen tantísimo que la burocracia se lleva muchas horas de trabajo, para conseguir lo que queremos, y hay que seguir y seguro que así se conseguirá”.
El proyecto de residencia para mayores en Parque Verónica junto al Hotel
La residencia de mayores “es nuestro proyecto”, subraya Alfonso. Dentro de la discapacidad intelectual, “hay quienes tienen una edad que no pueden estar en ADIPA, pero no son gravemente afectados, son los que están en el centro ocupacional, tienen hábitos laborales, por lo que precisan una residencia para ellos”.
Es una residencia intermedia, entre las viviendas tuteladas y la de gravemente afectados. Desde septiembre pasado se prepara la colocación de la primera piedra, cuyas obras empezaron el 19 de diciembre de 2016.
“Tenemos un 10 por ciento del presupuesto inicial de 3 millones de euros. Se pensó primeramente en 5 años para terminarla, pero depende de las subvenciones y donaciones. Ahora mismo, tras la recibida por Carmen Bueno, esperamos respuestas del Ministerio y de la Junta de Andalucía, así como de organismos privados”.
40 años: de disminuidos a capacidades diferentes
Hace 40 años, los miembros de ADIPA se denominaban “disminuidos”, hoy son considerado “discapacitados”, pero… ¿y mañana? Ante ello nos dicen: “Depende del cambio de mentalidad… quizá la nueva terminología es la de personas con capacidades diferentes, todos tenemos capacidades, ellos las tienen muy buenas, igual que nosotros, pero esas capacidades hay que desarrollarlas, darle esa oportunidad”.
Para ello, precisan que “empresarios contraten a personas con discapacidad que puedan integrarse, que altruistamente nos den donativos para poder hacer todos los proyectos para hacerlos realidad”.
Para concluir, Alfonso Cabello, el nuevo presidente, sobre Cristina Marina tras darle el relevo: “Es una persona que ha dedicado su vida durante muchísimo tiempo a estas personas, y que tiene un mérito tremendo. Son muchísimos años de su tiempo libre, dedicados a defender los intereses de las personas con discapacidad intelectual”.
Así es cómo ADIPA está realizando el relevo en la presidencia, con el mismo objetivo de hace 40 años: ayudar a la integración de sus miembros con capacidades diferentes. Desde el 2016, y con miras al 2021, pueden abrirse esta residencia necesaria ya para la comarca. Más información, edición impresa sábado 11 de febrero de 2017 (pinche aquí y conozca dónde puede adquirir el ejemplar) o suscríbase y recíbalo en casa o en su ordenador, antes que nadie (suscripción).
