El 19 de mayo de 2018 será un día que difícilmente nunca olvidará Koke Vegas. El joven antequerano, de 22 años, debutó en Primera División con el Levante en Balaídos ante el Real Club Celta de Vigo. Un debut soñado para el guardameta, “después de todo el trabajo realizado”.
En apenas unos meses la carrera deportiva de Jorge Ruiz Ojeda ha dado un vuelco radical. Aunque la gran mayoría todavía no sabe de quién se habla. Después de muchos años alejado de su familia, luchando por su sueño, el portero andaluz se ha ganado a pulso una plaza en el primer equipo del Levante para la próxima temporada.
Vegas llegó al cuadro granota en verano de 2015 desde el filial del Español. Desde entonces ha ido quemando etapas en la cantera levantinista hasta recibir la esperada alternativa contra el Celta el pasado sábado. El día de su debut, lució en la camiseta el nombre de Koke Vegas en homenaje a su padre Kiko Vegas, también portero durante la década de los ochenta y gran referente en la etapa de formación de su hijo como jugador profesional.
Con su debut, Vegas vio su sueño cumplido: “El niño que venía al Sol de Antequera con su padre a que le hicieran una entrevista o que veía a Calatayud por la tele, soñando estar algún día ahí, lo ha conseguido ”.
Ni la derrota de su equipo ni los cuatro goles que encajó contra el Celta el día de su estreno, empañaron la sonrisa de Koke: “No es algo que a ningún portero nos gusta. En otro momento o en otra categoría, por mis propias exigencias lo hubiese visto con otros ojos, pero era un día tan feliz que ni cuatro goles, o si hubiesen sido más, me iban a quitar la sonrisa de la cara”.
Además de la alegría de jugar en Primera, fue un debut soñado para cualquiera. Nada más comenzar el partido, Vegas tuvo alguna que otra intervención magistral frente a varios jugadores del Celta, uno de ellos Aspas, que en ese instante se jugaba su presencia en la lista de Lopetegui para el Mundial de Rusia: “Quería ir de menos a más. Coger sensaciones y seguridad en los primeros balones, y así lo hice. Tuve fortuna en las primeras veces que llegan a puerta, haciendo buenas intervenciones que me sirven a nivel anímico para coger confianza y demás. A partir de ahí, como un partido más”.
La titularidad no cogió por sorpresa al jugador del conjunto granota: “Durante la semana previa al partido, el entrenador de porteros vino a hablar conmigo y me comentó que en el último partido iba a tener la recompensa o el premio a mi trabajo de toda la temporada y que iba a debutar”.
Lejos de comunicarlo abiertamente en las redes, el malagueño fue cauto y decidió esperar a que el Club lo hiciese público el día antes del partido: “Al final es una cosa privada. Prefería saberlo yo solo junto con mi padre y mi madre. El entrenador no me dice nada hasta el día antes del partido. Es una conversación privada entre el entrenador de porteros y mía y tú guardas silencio”.
Desde que llegó a Valencia su sueño siempre ha sido debutar en la máxima categoría del fútbol español con el equipo levantinista y ahora que lo ha conseguido pide continuidad: “El objetivo es mantenerme en la élite. Que no quede en un partido, como en muchos otras ocasiones hemos visto a jugadores que debutan en Primera y por lesiones o porque no se apuesta por ellos, no van a más. Hay que seguir trabajando igual o más para que eso se alargue lo máximo posible”.
Cesión al Alcoyano, regreso en invierno y debut en Primera
Nadie ha regalado nada a Koke. Para lograr el premio del debut en Primera con el Levante, el antequerano tuvo que salir cedido al Alcoyano en el mercado de verano en busca de minutos: “No lo vi como un paso atrás porque tenía que coger minutos y yo tenía una temporada complicada en la que conseguimos el ascenso, debuté en Segunda División».
«Tengo ese partido con el primer equipo, empiezo jugando con el filial y llega un momento en el que la dinámica no es buena y como no entreno con ellos el míster decide poner al otro portero. No tengo prácticamente minutos esa temporada y necesitaba retomar sensaciones. Los partidos que yo juego en el Alcoyano me fueron muy necesarios para sentirme portero de nuevo y jugar bien”.
La lesión de Raúl Fernández le hizo volver en el mercado de invierno: “Cualquier Club que levante un teléfono para acordarse de ti es siempre de agradecer y más quien te ha dado la posibilidad de jugar en el fútbol profesional. La respuesta no la tenía yo, al final el poder repescarme o no, dependía de una cláusula unilateral que tenía en el contrato con el Levante. Aun así, veía con buenos ojos el poder volver. La Primera División es algo que llama mucho la atención”.
Y no perdió el tiempo. Koke aprovechó su oportunidad, debutó, vio a su padre Kiko desde la grada e incluso le vaciló un poco tras el final del partido: “Mi padre hizo muchos kilómetros para verme. Al final nos abrazamos y nos dimos la enhorabuena mutuamente. Luego le dije que ya le he superado, que el no debutó en Primera y yo sí, se picó un poco”, bromea Vegas.
Debut simbólico para un antequerano que como Calatayud, Chuzo, Cárdenas o Kiko Olivas, ha dado el primer paso para seguir teniendo continuidad en la élite del fútbol español. Por el momento, Vegas sigue con el rol de tercer portero en el Levante, pero con más ganas que nunca de seguir creciendo.
Todo un referente, sin lugar a dudas, para los chavales de la cantera del Antequera que desde hoy ya ven a ‘Koke Vegas’ como su nuevo ídolo.
Morales, el gran apoyo de Koke en el Levante
El capitán del conjunto granota fue una pieza clave en la adaptación del meta antequerano: “Es un hermano para mí. Me ayudó a gestionar mi año en el filial. Fue el primero en apoyarme cuando debuté en Segunda. Vino a verme a Alcoy durante mis cesión, y en pretemporada cuando no sabía si me iba a quedar estuve dos meses viviendo en su casa. Siendo un peso pesado en el vestuario que sea él quien más ha ayudado al chaval que viene del filial es de agredecer”.
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