Con el Domingo de Ramos, comenzamos la semana grande para nosotros los cristianos. Vamos a celebrar el Triduo Pascual. El Domingo de Ramos nos da una visión general, de los acontecimientos que la liturgia irá desgranado en los próximos días, pero dejando la Resurrección para su día y para su tiempo. Por eso hemos leído la Pasión para adelantarnos a lo que va a suceder. En la visión de los evangelios, Jerusalén no es solo el centro de peregrinación del pueblo de Dios, no es solo la Ciudad Santa, sino también la ciudad donde mueren los profetas. En Jerusalén se encuentra el centro del culto oficial, es la sede de la autoridad religiosa. ¡Comencemos a celebrarla este año en comunidad por el coronavirus!
Mientras Jesús no se acerca a la capital actúa y habla a sus anchas; con algún que otro altercado pero nada más. El riesgo verdadero para Él y para su vida está en Jerusalén. Jesús lo sabe. Su predicación no va a quedar silenciada en la ciudad en la que puede gozar de mayor repercusión. Es más va a llevar su mensaje a lo que es el corazón del judaísmo: El Templo. Jesús entra en Jerusalén consciente de lo que va a pasar, sabiendo que se está cumpliendo lo que anunciaron los profetas, y entre esas profecías está la de su pasión y muerte.
Los farsantes: letrados y los fariseos, ya venían preparando el terreno. Lo que hacía y decía, rompía los moldes de su doctrina, y no encajaba con la tradición. Frases como habéis oído que se dijo, yo os digo, el echar en cara los defectos de los que se tenían por buenos, el echar por tierra la hipócrita y poco comprometido, su manera de hablar, su manera de tratar a los pecadores, a los leprosos a las sorprendidas en adulterio, atreverse a llamar a Dios Padre, y sobre todo el hacerse pasar por el Mesías, y llamarse Hijo de Dios, era algo imperdonable.
El Domingo de Ramos desde un punto de vista personal, debe servirnos para profundizar nuestra fe, y ahí ya cada uno tiene que saber dónde se encuentra. Las celebraciones (aunque no sean en los templos por la pandemia) nos van a ofrecer las oportunidades para la reflexión: lecturas, Hora santas, Vía-crucis, procesiones (este año suspendidas), adoración al monumento, vigilias… ante los cuales no hay que permanecer indiferentes.
Peligros hay muchos, pero en este momento los que más nos pueden acechar son: la rutina de todos los años, el convertirnos en meros espectadores, la indiferencia… depende de cada uno el saber posicionarse, y aprovechar este tiempo para descubrir que es lo que Jesús nos quiere decir en este momento concreto de nuestra vida, fijarse en ese detalle que para mi es el más importante, detenerse en eso que nos llama la atención, porque eso es lo que nos quiere comunicar Dios hoy, y sobre todo teniendo claro que nuestro horizonte, nuestra meta es llegar a la noche del Sábado Santo para celebrar la Vigilia Pascual, ya que la resurrección de Jesús da un nuevo sentido a todo lo que yo puedo haber vivido hasta ahora.
Precisamente en este día, Jesús nos invita a acompañarlo un año más en su pasión, muerte y resurrección, seguro que es el momento de que nos preguntemos: ¿hasta dónde estoy dispuesto a llegar?, ¿me atreveré a ser un Cirineo?, ¿me posicionaré al cerca de la cruz?, o ¿lo miraré de lejos, y escondido entre la multitud como Pedro?
Estoy seguro de que son buenos interrogantes para posicionar nuestra vida cristiana de una vez por todas y más en este año tan especial donde vamos a tener tiempo de reflexionar solo, en familia, en casa, por televisión, por el móvil.
Información básica para el coronavirus
·Teléfonos exclusivos para el Covid-19 “coronavirus: 900 400 061 y 955 54 50 60 (Salud Responde).
· No usar el 061 ni el 112: Las autoridades piden que no se llame a esos números porque colapsan las centralitas e impiden la atención de otros casos en los que hay una urgencia vital. Los números a los que hay que llamar para consultar dudas y hacer preguntas sobre el coronavirus son el 900 400 061 y el 955 54 50 60 (Salud Responde).
· Qué es el coronavirus: Virus que circulan entre animales, pero que algunos pueden afectar a los humanos, el nuevo se identificó en China a finales de 2019.
· Los síntomas: Fiebre, tos y sensación de falta de aire.
· Prevención: Lavar las manos frecuentemente. Evitar tocar los ojos, la nariz y la boca. Al toser, cubrir la boca con un pañuelo desechable o contra el brazo con el codo flexionado. Con síntomas respiratorios, evitar el contacto próximo con otras personas.
· Con síntomas: No acudir al Hospital, sino llamar a los teléfonos indicados: 900 400 061 y 955 54 50 60 (Salud Responde).