viernes 22 noviembre 2024
InicioOpinionesDomingo XV: Los mandó, se fiaron de Él y partieron a anunciar...

Domingo XV: Los mandó, se fiaron de Él y partieron a anunciar su Palabra

Desde el comienzo de su vida pública, Jesús escoge a unos discípulos y los prepara para anunciar la Buena Nueva. Hoy, el evangelio recuerda el primer ejercicio práctico que hizo Jesús con ellos: los envió como predicadores de su mensaje.

 

Y cuenta la escasez de medios con que partieron: debían llevar «un bastón, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto». Y los discípulos marcharon «ligeros de equipaje».

Los mandó y fueron. Se fiaron de la persona de Cristo Jesús. No se pusieron a analizar las dificultades, ni los pocos medios con que contaban. Los mandó, se fiaron de Él y partieron a anunciar su Palabra. Y es que la fuente de la fe cristiana es Jesucristo.

 La segunda lectura es el himno de la carta a los Efesios. Y nos presenta algunos rasgos de la fe:

 El primero: Nuestra fe es inseparable de la persona de Cristo Jesús. Por lo que la fe cristiana es mucho más que un mensaje ético. Su fuente y motor es la vivencia íntima y personal de Cristo, muerto y resucitado. Él es nuestro gran tesoro, a él llevamos en nuestro corazón.

En el segundo rasgo bendecimos al Padre de nuestro Señor Jesucristo, porque en él, nos ha otorgado: una elección, una bendición y un destino.

Una elección, porque para Dios no somos seres anónimos, sino que cada uno es un «tú», elegido amorosa y gratuitamente por Él.

Una bendición, porque «en la persona de Cristo» Dios nos ha bendecido «con toda clase de bienes espirituales». En Jesús podemos conocer el misterio de Dios y el misterio del ser humano que tanto nos cuesta comprender y que Jesús nos revela.

Y un destino, porque «en la persona de Cristo», nos ha destinado a ser hijos de Dios, al que podemos llamar Padre.

Y el tercer rasgo que presenta, es que por este Hijo, por su sangre, hemos recibido la redención, el perdón de los pecados. Es decir, Dios nos sigue amando, comprendiendo y perdonando a pesar de nuestros pecados. A esto, san Pablo llama: “un derroche de gracia, sabiduría y prudencia para con nosotros”.

Hoy, los enviados a comunicar a los demás la alegría que trae Jesús, somos nosotros, todos los cristianos. Y lo haremos mejor, cuanto más centrada esté nuestra vida en Cristo Jesús. En él, al que creemos, amamos y seguimos. 

 

 
Más información edición digital www.elsoldeantequera.com y de papel el sábado 10 de julio de 2021. ¡Suscríbase y recíbalo en casa o en su ordenador, antes que nadie (suscripción).
 
Más información edición digital www.elsoldeantequera.com y de papel.
¡Suscríbase y recíbalo en casa o en su ordenador, antes que nadie (suscripción)
 
NOTICIAS RELACIONADAS

Más recientes