Los agricultores de la provincia de Málaga se volvieron concentrar con sus tractores en Antequera este jueves 3 de marzo para protestar la situación del campo con una tractorada, pidiendo a los gobiernos que les ayuden para seguir siendo parte fundamental de la alimentación y de la economía andaluza.
400 tractores (500 según la organización, 300 según la Policía) se dieron cita en los Llanos de Antequera a primera hora para pasar por el tramo de la A-92 y luego el de la A-45 hasta mediodía, decidiendo terminarla antes de tiempo por el retraso de la comitiva y no afectar en la salida de las empresas industriales.
Los promotores exigen medidas políticas, fiscales e inversiones hidráulicas para frenar la crisis que asfixia al campo malagueño, agudizada de nuevo por la sequía y esperando las repercusiones de la guerra rusa.
Convocaron ASAJA (Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores), UPA (Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos) y COAG (Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos), junto a cooperativas agroalimentarias de Málaga, además de los sindicatos UGT (Unión General de Trabajadores) y CCOO (Comisiones Obreras).
A las 9 de la mañana comenzaron a llegar los primeros tractores a los Llanos de Antequera, junto al Restaurante El Faro en el cruce de autovías de Sevilla y Córdoba con Granada y Málaga. A las 10,45 horas comenzó la marcha por la carretera Córdoba-Málaga, N-331, incorporándose en la A-92, en ella hubo retenciones y divisiones en grupo con el intento de frenar la comitiva, pero una rápida intervención de la Policía Nacional impidió el corte de la marcha.
Antes de salir, los representantes dejaron claro la subida de los costes de producción, la competencia desleal de terceros países, la reforma y el Plan Estratégico de la PAC (Política Agraria Común), las novedades laborales y una sequía severa que asfixia al sector productor desde hace varias campañas.
Reivindicaciones de los promotores
El presidente de ASAJA Málaga, Baldomero Bellido, lamenta que dos años después de la tractorada del año 2020 la situación “es aún peor de la que nos encontramos en aquel momento”. Hay una serie de problemas “que son inasumibles por el campo”. “Estamos hartos, y por eso estamos aquí, de todos los ataques que está sufriendo el sector agrario. Tenemos una sequía prolongada que no se conoce de hace mucho tiempo, tenemos unos incrementos de coste que no podemos repercutir”. Entre ellos, el coste en semillas, pienso, abonos, agua, gasóleo y electricidad.
Denuncia la competencia desleal “que es la que no está permitiendo que tengamos precios de nuestro producto porque cada vez que hay algo de precio viene producto de fuera con menos controles en frontera que al final nos está minando toda nuestra rentabilidad”.
Sobre el la guerra rusa se adelanta lo que repercutirá en el campo: “Tenemos unos aranceles y unos vetos que nos están agobiando, en el caso de la aceituna de mesa, en el caso de las frutas y hortalizas y con el veto ruso, que yo creo que nos va a durar mucho por la cuestión que tenemos de la guerra con el pueblo ucraniano, y tenemos una ley de la cadena alimentaria que está totalmente vacía”. Una ley de la cadena “que no funciona” como se está apreciando con “la leche, lo estamos viendo ahora en los cítricos”.