Si analizamos con conocimiento y coherencia los hechos, el problema desde el origen de la humanidad ha sido siempre el mismo: el reparto de la riqueza. Fue Gandhi quien dijo, al menos es lo que siempre nos han contado, que las grandes personas son aquellas que no le tienen apego al dinero. Difícil encontrar actualmente a seres así más que aquellos que son llamados misioneros/as.
Gallegos y asturianos hicieron las maletas y encontraron en América su refugio para poder comer y hacer riqueza. Andaluces fueron quienes hicieron de Cataluña lo que actualmente es: una rica comunidad. Ingleses y franceses fueron los grandes acaparadores y destructores del continente africano, y de migrantes de Asia, del Sur, y de Inglaterra se pobló la actual EE UU. La migración fue, es y seguirá siendo un hecho siempre latente.
En nuestros días y ante la llegada del terral a Málaga y del calor intenso al territorio español, se presenta el problema de los migrantes. En esta ocasión son los MENAS el tema de debate por el que se enfrentan PP Y PSOE. ¡Si vinieran prometiendo que van a ser buenos futboleros les pondrían la alfombra roja como en los festivales de cine!
Con los Menas, puesto en boca de políticos, da igual el color que quieran vestir o pregonar, vuelve a pasar como con casi todo: pregones de salón para quedar bien, pero acciones disuasivas para no verse afectado por los que vienen vaya a ser que se metan en sus casas. El PSOE utilizó a la Armada para disuadir a los cayucos en Canarias y ahora critican lo mismo por salir de boca del PP. Lo dicho: mismo perro pero con distinto collar.
La inmigración irregular se disparó un 82% en 2023 lo que supone decir que llegaron a España en patera 55.618 personas. Actualmente Canarias es una enorme bomba de relojería pero nadie se atreve a coger y mirar las manillas del reloj.
Sea como fuere los problemas hay que analizarlos, estudiarlos y darles soluciones que pueden ser más o menos certeras, pero soluciones. Echar balones fuera no hace más que engordar el problema. España y Europa a corto y largo plazo necesitan de la migración, regulada, controlada –eso sí–, pero la necesita. De lo contrario en pocos años los invernaderos de El Ejido, Roquetas y zonas de Bonares se quedarán sin mano de obra y muchos Colegios ante la falta de natalidad que si alimentan los migrantes dejarán sus pizarras huérfanas.
El enfrentamiento esta semana entre PP y PSOE por las posturas migratorias no solo alimenta el problema heredado de siglos y milenios, sino que adelgaza la sinvergonzonería de quienes no se ponen de acuerdo en dar luz verde a la composición del CGPJ. Esperemos que no suba la temperatura de la poca vergüenza. Vamos camino de tener que aceptar que el dinero de los ERES se lo gastaron en viviendas VPO.
