Desde 1984, año en que los fundadores de la empresa Horno El Antequerano tuvieron su primer contacto con el sector de la panadería, hasta nuestros días, la dedicación por el pan y sus derivados ha sido total. Así nos lo explica el máximo responsable de la empresa, Juan Villodres, con el que conversamos esta semana.
Le preguntamos por los inicios de la empresa: «Los inicios de Horno El Antequerano se remontan al año 1984 cuando un día decidí comprar molletes en una panadería antequerana y me lancé a venderlos a Málaga. Estuve más de seis meses para introducir el producto. Eran tiempos muy duros porque comprábamos los molletes y nos costaba el dinero, pero gracias a la constancia del día a día y las ganas que tenía, pues seguí hasta que conseguí que la gente empezara a consumir el mollete en Málaga y en 1988 monté mi primera panadería.»
Años más tarde se trasladarían al Polígono Industrial de Fuente de Piedra para cumplir un gran sueño: «Bueno en 1992, en uno de los viajes que hice a Barcelona a una feria, me llevaron a una panadería industrial que es de las que más pan ultracongelado vende a nivel nacional y me quedé sorprendido. En ese momento me dije, yo tengo que hacer molletes ultracongelados para poder cumplir mi gran ilusión: vender el mollete por toda España. Aquello me abrió los ojos y años más tarde, vendimos la empresa que tenía en Málaga y nos convertimos en fabricantes.»
Horno el Antequerano ofrece amplio surtido de molletes al consumidor: «Disponemos de varios formatos. El normal de 110 gramos, el medio de 65 gramos, el mollete evento de 25 gramos y el mollete familiar envasado en una caja de gran calidad (se puede congelar) que incluye 30 molletes y que se sirve a domicilio para mayor comodidad.»
La empresa también está presente en los lineales de panadería de las principales cadenas de hipermercados de España: Carrefour, Eroski, Alcampo y próximamente en DIA.
• EL MOLLETE ANTEQUERANO
«El mollete es un producto que al calentarlo es crujiente por fuera y muy sabroso por dentro. Nosotros horneamos la masa en suelo reflectario, no utilizamos aire caliente y también hemos aumentado el tiempo de fermentación y eso se nota en el sabor y la textura. Por otro lado no es lo mismo congelar que ultracongelar, nuestros molletes se congelan a menos 40 grados, con lo que el producto se congela rapidísimo, en 10 ó 15 minutos, y por consiguiente conserva más propiedades. Actualmente
disponemos de una fecha de caducidad de nueve meses (270 días), así puede recorrer toda España.»
«Nuestra ilusión es ocupar todo el mercado nacional, y hoy en día estamos fabricando unos 30.000 molletes diarios, aunque nuestras instalaciones están preparadas para llegar a los 90.000».