Dicen los sabios que nuestra tierra es prolífica en caínes, voluntarios o profesionales, más que en abeles. Pero ahora déjenme oír el bramido del mar. Lleva así toda la semana. Indignado, sublevado, hastiado de políticas marinas y terrestres. Está bien así. Me gusta sentirlo de cualquier forma; de ésta, se me antoja poderoso, fuerte, pleno de fuerza, implacable. Lejano a insultos de niñata de congreso, de hija de papá, que cree que los que están fuera son la chusma y ella la reina del mambo. ¡Qué equivocada esta pretenciosa rubia que aspira a ser una política de pro! ¡Ja! Eso hay que ganarlo.
Con la misma desfachatez que insulta, Fabra, pide disculpas. ¡Qué pena de escaño escarnecido por la liposucción de sus ricas posaderas! Porque si algo tiene esta diputada es money, money y un aeropuerto para ella sola, bueno el que su papi hizo en Castellón, a donde se puede ir a perderse entre corrupción libre de valores éticos.
Y aunque Dolores de Cospedal dé por zanjada la cuestión, verborrea vana de esta señora, la cuestión seguirá en la memoria de los oyentes. La disculpa no le honra, no señores; la disculpa le permite seguir atornillada en el sillón del hemiciclo. La honra es algo que ha perdido mucho significado y valor en estos tiempos. ¿Qué sabrán ellos lo que es un ser humano con honra? ¿Qué la provocaron? No lo sé, pero para eso está la templanza y el carácter político. Y si en la cámara se oyen barbaridades, ¿entonces para qué necesitamos al presidente de la misma? Un puesto de trabajo que debe ajustarse a los recortes, ¿no creen?
Por cierto, el presidente del Congreso, Jesús Posada, debió llamarle la atención allí mismo, «in situ», porque oye y ojea toda la sala, para eso cobra un sueldo. ¡SUELDO, palabra muy demandada en estos años, por todos los que quieren un trabajo y no lo tienen, por todos y todas las que se concentran a las afueras de las cortes, porque además de perder una paga, se les han quitado derechos adquiridos durante años de lucha y negociación!
Dicción, clases de lengua, educación y reválidas. Pero de esto ya hablaré otra semana.