Los padres de los cinco niños afectados por el problema de escolarización en Antequera el año pasado en el Colegio María Inmaculada, insisten en permanecer en su colegio y se niegan a matricularlos en los centros otorgados.
“Ha habido irregularidades en el domicilio declarado por parte de unos padres que han perjudicado a nuestros hijos. Lo que solicitamos es que nuestros hijos se queden en su colegio, como se ha hecho otros años. No queremos echar a nadie, lo que queremos es que sigan en su colegio”, nos dicen los padres.
El problema radica en la alta demanda de plazas que hubo el año pasado, quedando fuera cinco niños para Primero de Infantil, según los padres, por irregularidades en el censo de los niños.
Al conocer los fraudes, lo pusieron en conocimiento de las autoridades, siendo corroborados por la propia Policía Local y una agencia de detectives privados, hechos que tiene conocimiento la delegación de Educación.
Cautelarmente Educación decidió que entraran los cinco niños que quedaron fuera y permanecieran los otros cinco. Más tarde, la delegada de Educación, Patricia Alba, declaró a final de noviembre que los cinco que entraron y no les correspondían serían expulsados, al no pertenecerles las plazas, pero prosiguieron también en el colegio y así lo harán el próximo curso.
Pero a final de febrero recibieron una carta de Málaga apuntándoles que para el nuevo curso tendrían que matricular a sus niños entre el Infante don Fernando, León Motta y San Juan. Resolución que no entienden porque “siempre nos han dado el compromiso de que nuestros hijos iban a estar en la Inmaculada si se demostraba el fraude, y lo hemos hecho”, siguen los padres afectados.
Ahora, les queda presentar un recurso contencioso-administrativo, así como testimonian que “por los compromisos de la señora delegada y del resto de miembros de Delegación, nuestros hijos van a estar allí el 10 de septiembre. Con los niños no se puede jugar. Es ya su colegio y tienen derecho a ello. Se han adaptado muy bien y explícale ahora a un niño de 4 años que se tienen que ir a otro colegio, dejando atrás a sus compañeros y más aún sabiendo que no les toca irse”, concluyen tajantes.
