Desde el 1 de febrero están poniendo el proyecto en marcha para que esta semana, desde el lunes 18 hasta el viernes 22, cooperen los compañeros del Colegio y el viernes 22 por la tarde y el sábado 23 todo el día, saldrán a las calles con la Plaza Castilla como punto central.
Quienes se acerquen
“se puede fotografiar y cuando colaboren, le daremos un recuerdo. Lo que queremos transmitir es que el hambre existe y que necesitamos ayuda para pararlo”. Cuentan con la colaboración de varias empresas que serán las que les faciliten los obsequios, como las editoriales Edelvives o SM, Montenegro les va a dar piruletas, entre otros. En cuanto a los alimentos,
“recomendamos que sean no perecederos, que los destinaremos a la Plataforma para que los reparta entre los que no tienen como nosotros tenemos la suerte de tener alimento cada día”.
Para poder salir a la calle, se reunieron con el alcalde de la ciudad, Manuel Barón, quien se entrevistó con el grupo y les agradeció su iniciativa y les facilitó la labor que van a desarrollar, informándoles del procedimiento a seguir.
¡Súmate, planta cara al hambre!Como lema tienen:
“¡Súmate, planta cara al hambre! y la iniciativa está inspirada en el método ‘Design For Change’, que es un movimiento mundial que surge en la India y lo que intenta es dar voz a los niños para que seamos los que transformemos el mundo, para ver que los niños y los jóvenes no somos el futuro, somos el presente, como dijo el Papa”. Entonces, lo que pretenden es
“dar la voz a ellos para que en un diseño en varias etapas, puedan hacer una acción pequeña o grande para cambiar el mundo, para cambiar nuestro entorno inmediato que tenga más alcance”.
El método recorre varias fases: sentir, imaginar, actuar, compartir y evaluar, estando ya en el ecuador del proyecto. Tienen la suerte de vivir en hogares y en un país donde no se pasa el hambre que otras partes del mundo:
“Pero gracias a este proyecto nos hemos dado cuenta de que nosotros en cuanto llegamos a nuestra casa siempre tenemos un plato de comida, a veces nos quejamos porque no nos gusta o no tenemos ganas, y nos hemos propuesto a que nos comamos siempre toda la comida y no rechistar, poniéndonos en lugar de otras personas que sí pasan hambre”.
A los gobernantes del mundo que, si quisieran, podrían actuar y reducir al máximo el hambre, les dicen:
“Que no pasen de este tema porque aunque no les toque a ellos, es algo que aunque tú no lo sientas cerca, sigue sucediendo y no es algo pasajero, lo que le afecte a una persona nos afecta a todos. Y… ¿por qué yo si puedo comer, otra persona no? Si nos unimos y le demostramos que sí podemos, podrían hacer nuestro lema: ¡Súmate y planta cara al hambre!”.