La Guardería San Francisco proponía un concurso para sus alumnos consistente en realizar una reproducción del trono de Resucitado. Para ello, desde este centro se les ofrecía un recortable a cada uno de ellos, para que pudieran elaborarlo con la colaboración de sus padres.
El ingenio de las familias llevó a que, algunos de ellos, presentaran miniaturas muy elaboradas que fueron valoradas por parte del jurado seleccionado desde la guardería. Así, se entregaron premios consistentes en unas galletas con unos capiruchos, según indica su directora Fany Muñoz.
