Apareció en mi móvil la cita. Me sorprendió, aunque debo reconocer que me ha gustado mucho la idea. Una reunión de todas las asociaciones de vecinos o solidarias van a tener un encuentro con el señor alcalde para que cada cual exprese las necesidades e ideas por las que atraviesan. Llevaba tiempo esperándolo. Siempre he creído que la mejor forma de visualizar, darle el contexto social que necesita el campo de la solidaridad es juntar todos los colectivos voluntarios que hacen posible la labor. Antequera tiene una enorme riqueza en este terreno, abonada por cientos de voluntarios entusiastas que acuden con regularidad a paliar algunas necesidades que son de gran importancia en el desarrollo del día a día. Y se encuentran con pequeños problemas que podrían resolver de mejor manera, pero les faltan herramientas.
Igual que hay días en el calendario para celebrar otros muchos avances, se tendría que institucionalizar este día y repetirlo cada año para presentar realmente los avances que ha tenido; un pequeño desafío para superarnos todos. Una sana competencia buscando cumplir algún nuevo objetivo que no es más ni menos que crecer de la mejor manera, llegar a cubrir el mayor número de necesidades e intercambiar criterios que pueden beneficiar a todos. Trabajar de voluntario no es solo regalar algunas horas de tiempo. Es mucho más, una fuerte implicación con dependientes necesitados de muchas pequeñas cosas, a lo mejor, la principal puede ser un rato de conversación porque se encuentran con unas soledades emocionales tan dolorosas que apenas les permiten conducirse con normalidad.
Una ciudad muestra su poderío e importancia por su riqueza económica, pero el corazón de una ciudad, el pálpito de que puede ser mejor, más empática, humana está en cada uno de los voluntarios por pequeña que sea su aportación. Hay que cuidarlos con esmero, son los que sanan las pequeñas heridas de los que se encuentran más excluidos de la sociedad.
