miércoles 24 abril 2024
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Domingo XXXI del Ciclo B, 31 de octubre de 2021: el amor a Dios

Tras el largo tiempo del Covid, hemos vivido en Antequera tiempos de luz y alegría al ver salir la primera procesión en Antequera con motivo de los 300 años de la llegada del Señor del Rescate a la ciudad. Tras ese primer paso del Rescate hubo traslados y varias procesiones. Fue la huella de fe y religiosidad del pueblo de Antequera que salió a sus calles para expresar su fe y devoción a Jesús y a su madre, la Virgen María.

 

Pero como cristianos comprometidos somos conscientes que no todo pueda quedar en la procesión, hay que dar un paso más y preguntarnos: ¿Qué nos pide el Señor y su Madre tras la pandemia y ahora tras el dolor y sufrimiento que está creando el volcán en las Palmas de Gran Canaria? Las lecturas de hoy son muy claras y nos ponen el dedo en la llaga.  ¿Por qué camino quiero seguir a Dios? ¿Por el camino del cumplimiento o por el camino del amor?

En la primera lectura observar cómo se repite la idea de que Israel tiene que ser fiel a Yahvé porque le ha llevado a la tierra prometida. Por eso el “amarás al Señor tu Dios con todo el corazón”, lo llevaban tan profundamente clavado  en el alma y en los labios que todo israelita hasta el día de hoy recita a diario la “Shema” (escucha). Ese método recordatorio: “las escribirás en las jambas de tu casa”, se tomó al pie de la letra en algún momento, y se guardaba a la entrada de las casas una cajita (mezuza), con este texto escrito.

El Evangelio en continuidad con la primera lectura nos presenta esas palabras de Jesús en las que el amor de Dios está unido al  amor al prójimo. Es la respuesta a un sabio de la ley que le pregunta por el mandamiento principal. Jesús responde que amar a Dios y al prójimo.

Para nosotros como cristianos estos dos preceptos se encuentran unidos. No se puede amar a Dios sin experimentar que ese amor nos lleva a los otros. Y a su vez para amar a los otros, necesitamos fuerzas, necesitamos ser empujados por el amor de Dios. 

Estamos ante dos amores distintos pero unidos. Amar al Dios quiere decir tomar tiempo para la alabanza y la oración, para meditar su Palabra y alimentarnos del Cuerpo de su hijo en la Eucaristía. El contacto con Dios es el fundamento del amor a Él. Quien no cuida de ese contacto acabará de olvidarse de Dios. Y por otra parte el amor de Dios nacido del contacto con Él, nos llevará al encuentro con el prójimo. Es como si Dios que es amor, desvía el amor que recibe de nosotros hacia el prójimo.

Finalmente hemos de tomar conciencia que en esa lógica de amor a Dios y al prójimo se nos meten lógicas antievangélicas que priorizan el frío cumplimiento, el poder, la apariencia y otros intereses económicos por encima del amor. Si seguimos a Jesús hemos de plantearnos en que lógica nos situamos en la vida: ¿en la del amor que se da sin límites o en la del mero cumplimiento y apariencia externa? Intentemos por todos los medios ser coherentes y no fariseos. Dios nos llama a vivir en la lógica del amor que es la lógica de Dios… Amor a Dios y amor a las personas.

 

Más información edición digital www.elsoldeantequera.com y de papel el sábado 30 de octubre de 2021. ¡Suscríbase y recíbalo en casa o en su ordenador, antes que nadie (suscripción).
 
 
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