Dicen que a veces la realidad supera a la ficción. Cuentan que esto de quedarse sin luz eran cosas del pasado. Comentan que esta no luz no había pasado antes, no tiene precedentes, informan de que en series o películas habían tenido esta idea.
Teorías conspiratorias las que quieran, lo más extraño es que gente que consideras inteligente, centrada, de repente se convierten en los voceadores del Apocalipsis. Vecinos, amigos, cercanos, vamos de los de al lado, porque los de la otra calle ni saber de ellos. Me ocupaban mis hijas, el colegio de mi nieta, el tráfico, la compra que me iban a traer y no iba a llegar, compra, por cierto, llena de agua, packs de agua hasta el límite, porque habíamos tenido la premonición de que llegaba algo, algo de secano, debió ser.
En fin me imagino a los fanáticos youtubers mordiéndose los cables y las uñas por no poder transmitir, multiplicado por diez, esta tragedia. Y no digamos de los imitadores de la generación mute, temblando de rabia por no poder mandar sus wasaps llenos de todo tipo de ideas que rayan en la poca educación y la falta de respeto a los que los reciben, especialmente si se trata de grupos que se llamen “Amantes de las orquídeas” tú perteneces a él porque te interesan estas plantas, pero a la primera de cambio alguien te suelta sus ridículas ideas políticas y lo que es peor poco inteligentes, queriendo inundar este grupo de basura barata. Pero vamos a ver, recuerda, en ese grupo solo se habla de orquídeas, atente a las normas.
La verdad es que hemos consumido, velas, pilas, y de nuevo hemos vuelto a la radio. Por cierto, nadie encontraba una radio que funcionara en su casa. Así que antes de que el lado oscuro llegara, iniciamos masivos desplazamientos a bazares para reponer todo este arsenal. Comunicados, queríamos estar comunicados, natural en los seres humanos. Por supuesto, ¡que la luz os acompañe!
