Recientemente tuvo lugar en Real Academia una charla impartida por el urbanista Pablo Montes Medialdea en la que, con una inusual cercanía y sencillez para esta disciplina, nos mostró su extenso trabajo en materia de urbanismo y planeamiento. Este arquitecto es un referente a nivel regional debido a su pensamiento crítico y sagaz y a su enorme experiencia.
Para él, el urbanismo basado en el crecimiento ilimitado de la ciudad es ya un modelo obsoleto. El nuevo paradigma, vigente en las futuras décadas, es el del urbanismo “blando”, consistente en reutilizar, reordenar y repensar la ciudad ya construida, aprovechando al máximo lo existente y dirigiendo la ciudad hacia las finalidades que se decidan tras un debate tanto técnico como social. Ninguna otra opción es lógica y, por cierto, tampoco económicamente viable.
En la determinación de qué ciudad queremos y, por ello, hacia dónde debemos orientar los esfuerzos, el ciudadano juega un papel fundamental en el que, aislada u organizadamente en diversos colectivos, es el interlocutor con la Administración para decidir qué modelo perseguir, pese a que pocas veces el ciudadano es consciente de su poder de opinión y decisión.
Montes destacó que en este nuevo urbanismo “blando” es oportuno empoderar al ciudadano y hacerle partícipe y protagonista de las decisiones siendo, especialmente para el momento actual de nuestra ciudad, las únicas posibles y lógicas rutas disponibles.
