Desde hace catorce años, Casa Fox es un establecimiento de referencia en la Alameda de Antequera. “Nos especializamos en la comida artesana, con platos de sabor antiguo”, señala su propietario Javier Cuesta.
Entre su carta, destaca “un plato bandera, que es un clásico para nosotros, como es el flamenquín de la abuela Lola”, además de otros productos de la tierra como “el chivo al ajillo de la Sierra del Torcal, las manitas de cerdo, o el rabo de toro”.
Diversidad de públicos se dan cita en Casa Fox, “ya que trabajamos prácticamente todo el día, desde el tapeo a mediodía, el ‘tardeo’ con café y copas o las cenas, y también desde hace cuatro temporadas con una heladería, Casa Paquita, que este año presenta un montón de novedades”.
Este local anexo a Casa Fox, “por las circunstancias de la pandemia, fue sacrificado para los meses de invierno, pero ahora volvemos con sabores nuevos, renovando la carta de cócteles, con gofrería y crepería, y mejorando la calidad de nuestro helado artesano”.
Corte de la calle para los meses de verano
Las medidas sanitarias son cuidadas al máximo, “además, nosotros somos unos maniáticos de la limpieza, y estamos pendientes de que se cumplan las distancias de seguridad”, puntualiza.
Cuesta quiere destacar la labor que, en estos tiempos tan complicados, desarrollan desde la Policía Local de Antequera para garantizar la seguridad de todos. “Vivimos en una ciudad en la que apenas hay delincuencia, y eso la hace fantástica”, indica para añadir que “gran parte de este mérito es de su Jefatura. Hay grandes policías locales en Antequera, exceptuando a dos o tres menos buenos”.
De cara a la temporada de verano, la tercera generación de la familia Fox vinculada a la hostelería en Antequera (su padre se ha jubilado recientemente y su hijo considera que “sería un sueño que se reconociera en la ciudad la labor que ha desarrollado por la hostelería y Antequera en general”) valora positivamente las medidas adoptadas el pasado año de ampliar el espacio con el corte de la calle al tráfico.
“No entiendo las críticas que hubo, porque el aforo era el mismo. Yo tengo veinte mesas, y eran las mismas que se ponían cuando se cortaba la calle, y de lo que se trata es de que la gente esté más amplia y se pueda caminar mejor por el acerado”, indica.
“Desde mi punto de vista, le solicitaría al Ayuntamiento que esos cortes se repitan, pero no es necesario al mediodía porque hace mucho calor, y sería mejor hacerlo solo en horario de noche desde el viernes al domingo”, concluye el propietario de Casa Fox y Casa Paquita.
