jueves 21 noviembre 2024
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El tiempo está como el mes de mayo que nos queda

Si se acaban de despertar y sienten el calor, notarán por unos instantes que estamos en julio o agosto. Pero, no, estamos a finales de abril. El tiempo está loco, muy loco, y no notamos un plan de choque para combatirlo.

Nos pasamos todo el día quejándonos de todo, pero de todo, aunque no nos paramos a pensar en elementos básicos de nuestra vida, como el calor y la falta de agua.
Nos encontramos en el fin de semana donde se fusionan el intento de celebrar las cruces de mayo con decoración de fachadas y espacios, con el de un puente en el que las Comuniones hacen su presencia.

Un puente más largo para la Enseñanza, el martes no habrá clase. Y pensamos: con el calor que hace ¿no es mejor poner ese día de fiesta escolar para el último de colegio y así le quitamos a los niños un día del abrasador calor que se prevé llegará entre mayor y junio? Bueno, llegará o se mantendrá.

Estuvimos esta semana en el interior del Pabellón a las 16 horas y ¡había 32 grados! Y por ejemplo, ayer viernes, en las extraescolares, ¿notaron la flama que había en la calle? Es insoportable para un 28 de abril.

Ahora que se acercan las Elecciones, la pasada semana con buen acierto y criterio, nuestro referente colaborador Pepe Jiménez aludía a la época que vivimos. Fruto de su reflexión, nos preguntamos: ¿qué medidas para el calor tendrán nuestros políticos? ¿Ha llegado la hora de plantar árboles donde los hubo y de hacerlo donde no los hay? ¿No es mejor un parque con árboles y sombras como las del Paseo a los toldos?

Notando el calor, son ya más de seis meses de calor, por lo que hay que buscar una ciudad más fresca, más verde, más útil para el ciudadano. Es increíble el calor que aumenta con tanta máquina de aire acondicionado.

Por otra parte, seguro que estarán preparando una campaña de sensibilización por la sequía. Si sigue sin llover, septiembre vendrá con problemas para el acuífero de la Villa.
Son dos elementos básicos: respirar sin sofocos y beber el oro líquido, que cualquier institución, debe de pensar en un plan de choque. No entendemos cómo aún, nadie ha actuado tras las recomendaciones de Antonio Luque, la experiencia del campo, quien lleva tiempo reclamando medidas para superar la carencia del agua, algo vital, importantísimo que no sólo paliaría la sequía, sino que daría empleo y más actividad económica al campo.
Pero no, aquí se critican los unos a los otros pase lo que pase. Ya no son organismos públicos, son miembros políticos en instituciones públicas. Así, no se da ejemplo ni se promueven soluciones. Sin ir más lejos, el trasvase de Iznájar, ¿cómo es que no se ha arreglado ya? Ése y muchos más ejemplos de lo que nos tienen acostumbrados sus señorías.

En fin, que además del calor, las cruces, las comuniones… mayo promete elecciones, actos, promesas, peleas, y entre medias, procesiones, previos de feria y los toldos que volverán a hacerse visibles en las calles.

El tiempo está como el mes de mayo que nos queda. Busquen la crema solar, la botella de agua, el gorro, las chanclas, la manga corta, los abanicos y la paciencia para ver el espectáculo que será el ir y venir de la campaña municipal.

Señoras y señores, eviten los sofocos inadecuados, beban agua, no den más calor y escuchen las necesidades que necesitan los vecinos.

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